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Narra Jack.

Al llegar a la casa de Elliot, me dispongo a despedirme pero me jala dentro antes de decir cualquier cosa. Miro por la ventana casi temblando, la lluvia no para y cae casi como cascada. Primera vez que opto por caminar a un lugar y pasa esto.

— Te daré ropa seca, vamos a mi habitación y buscamos algo que te quede — Sin decir nada lo sigo subiendo las escaleras dejando charcos de agua tras nosotros.

Entramos en una de las habitaciones y me encuentro con lo que no esperaba, no está impecable, muy pocas cosas en su sitio, pero nada sucio, tal vez así le gusta...

— ¿Crees que seas de mi talla? — Lo miro y veo que esta junto a la cajonera esperando mi respuesta. Comienza a buscar en ella y al mirarme elevo una de mis cejas — Pregunta tonta, lo sé.  — Me río.

— Creo que soy un poco más grande, pero lo que tengas esta bien — Asiente y saca una sudadera.

Creo que con eso basta, porque definitivamente sus pantalones no me quedan, hace una mueca.

— Creo que es lo único que podría quedarte, pero al menos te librará del frío — Le sonrío agradecido y me quito la chaqueta gris — Me daré un baño, después puedo llevarte a casa si quieres — Asiento y se mete con su ropa al baño en su habitación.

Suspiro. Este chico es jodidamente amable con todos. Me quito mi camiseta, seco mi torso con la toalla que me prestó cuando entramos y me pongo su sudadera. Me queda algo ajustada, pero es cómoda, huele a él...

Tomo mi ropa mojada y decido esperar de pie para no mojar ningún mueble. Su habitación está pintada de blanco y tiene pintura de colores salpicada solo en una pared. Su cama tendida y su ropa guardada, solo algunas cosas fuera de su lugar, libros, papeles, plumas, uno que otro zapato. Es muy... Él.

Su voz me sobresalta un poco mientras aún seco mi cabello.

— Listo — La puerta del baño se abre y sale cambiado, también secándose el cabello. Me sonríe de nuevo e ignoro la sensación en mi estómago que el gesto me provoca.

— Parece que la lluvia se calmó un poco, iré solo, quedate a descansar — Mira por su ventana.

Suspira, pero asiente — Por lo menos déjame acompañarte a la puerta.

Al bajar y llegar a la puerta ambos nos quedamos en silencio, por alguna razón, no quiero irme. Quiero quedarme con él.

— Te veré mañana... — Asiente y me vuelve a sonreír. Diablos, debe dejar de hacer eso.

Salgo y me encamino a casa una vez cierra la puerta. Una vez ahí, me dirijo a mi habitación a tomar un baño, por suerte mi madre no está. Quito su sudadera y antes de pensarlo inhaló su olor una vez más... Tengo problemas mentales.

Decido meterme a la ducha y dejar de pensar en él, pero por alguna razón al salir mi cabeza repite una y otra vez la imagen de su sonrisa.

Estoy jodido.

. . .

— ¡Chicos! — La voz de Catherine nos hace voltear a los tres y detenernos, nos sigue, al llegar besa a Oliver y enseguida nos mira sonriendo — ¿Que les parece ir al parque temático que esta a las afueras de la ciudad?

No gracias, demasiadas personas.

— Genial, yo voy — Maddie sonríe y mira a Oliver esperando su respuesta.

— Yo ya había confirmado — Abraza a Catherine para después mirarme, las chicas lo imitan.

— Yo paso, gracias.

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