20. HALLOWEEN

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hoy era 31 de octubre ósea era Halloween el día más diabético y más terrorífico, me iba disfrazar de un personaje de una serie que me encantaba, me vestí y toda la escuela se disfrazó de cualquier personaje.

Yo ya estaba pidiendo dulces de cualquier tipo, pero mis favoritos son los chocolates de forma de Drácula que vienen rellenos de fresa, esta celebración no era mi favorita, pero si era muy divertida y bailaba como un esqueleto deshuesado y a todo el mundo le encantaba como yo bailaba.

Mis amigos bailaban picho, pero a ellos no les importaba y nos volvíamos muy glotones por esos dulces todos caramelizados y vendían papas pero con chocolate cubiertas.

Ese mismo día salí de casa sin que mi mama me descubriera y mis amigos también se salieron, hicimos un grupo con los niños de la calle a pedir dulces pero los más deliciosos, empecé a escalar tienda ya cerradas pero con los dulces que ya había mencionado anterior mente igual lo abrí con una palanca y cogí todos los dulces caros.

Después fuimos a otra tienda, pero con dulces muy caros que no se encontraban en todas las tiendas con una navaja, rompí la ventana después un amigo se entró a una tienda, pero no salió entonces todo el equipo se asustó y entramos para buscarlo, después vimos y había algo azul con los ojos blancos, pero solo fue un simple muñeco perturbador.

Seguimos buscándolo hasta que lo encontramos, pero mi amigo estaba con cara de idiota y le hablábamos, pero él no hablaba y después escuchamos un ruido todo extraño y era un señor con un cuchillo, entonces corrimos todo lo que pudimos hasta que no salimos, pero aun nos seguía el señor que no sabíamos que quería hacer con nosotros.

Nosotros llorando nos escondimos en una caja toda grande que podíamos caber todos, el señor buscándonos nosotros intentando no respirar mucho o que no se escuchara para que el señor no nos escuchara.

Corrimos todo lo que podíamos nos tropezamos y el señor no nos veía pero si nos escuchaba nosotros caídos nos intentábamos parar, pero era imposible entonces el señor nos vio y nos dijo gritando que no volviéramos a robar su tienda o si no llamaría a la policía, nosotros todo asustados nos alejamos y nos fuimos para nuestras casas, toda esa aventura que pase me gusto pero casi no podía dormir porque creía que nos iba a matar el señor.

SANTIAGO EL NIÑO INCREÍBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora