SANTIAGO EL NIÑO INCREÍBLE

27. SE ACERCA

En estos días de sábado a domingo estaban siendo terribles porque un señor loco se acerca a otro edificio y cada vez decía gritando:

— el que salga a la calle lo mato—,

cada persona llamaba a la policía para que arrestaran a el tipo que cada vez estaba más loco, pero él dijo:

—si me encierran es peor su vida—

pero nadie le hacía caso porque todo el mundo creía que ese tipo decía pura mentira.

Me asustaba en las noches porque qué tal si ese tipo nos quería hacer eso, después pensé que era mentira, al día siguiente me desperté todo normal todo correcto, hasta que escuché al mismo tipo que vivía en la calle y todo el mundo contando conmigo le gritamos:

—cállese, que se calle loco—

él se enojó, se fue a cada edificio, yo le dije:

— loco desgraciado—

y después me oculte y él dijo:

—¿quién dijo eso? —

y nadie dijo nada, pero pues le lance una cosa que no sé qué era y después él se tumbó al piso y después descubrí que lo noqueé. Luego lo llevamos a los policías y les dijimos:

—este tipo se debe ir de las calles donde vivimos, que se valla a otro país donde vivir—

y ellos aceptaron y dijeron:

—se quedará un día más, donde lo pudiéramos vigilar—,

luego en la noche no podía dormir entonces alguien se metió a mi cuarto, hablo un poquito y descubrí que era el tipo loco, me escondí en mi cama y fue a mi cuarto y él se preguntaba dónde estaba yo, y entonces salió de mi cuarto y iba para el de mi mama, mientras tanto yo le decía cosas como si yo fuera un fantasma, el miraba por todas partes y se preguntaba de donde salía ese sonido, entonces lance algo y se asustó luego se acercó donde me escondí, cada vez venia donde estaba hasta que le di severo puño y lo deje mareado le di en una parte muy débil del cuerpo y lo deje inconsciente y lo devolví a la policía.

Les dije:

—este payaso no puede estar más en este país, por favor que se vaya para otro lado—,

Los policías finalmente me hicieron caso y el loco dijo:

—lo odio—

yo le decía:

—no me importa, usted no merece estar aquí—.