23. EL CHICLE

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El director puso una tienda y en esa tienda había productos famosos y otros que no vendían en otros lugares, pero lo que me llamaba la atención fueron unos chicles que se llamaban adictic y venían con 3 sabores el primero y que toda la escuela más le gustaba fue tutti fruti, el segundo fue uno de banano y el tercero fue uno de fresa.

En mi opinión todos eran riquísimos y eran adictivos y cada vez querías más de esos deliciosos chicles, lo único malo es que eran un poco caros y se gastaban al día, pero eso no importaba los chicles eran únicos una vez intente probar los chicles lenta mente para saborear más su sabor, pero cuando lo probé y me sentí muy raro y me desmaye.

Me dijeron que me llevaron al médico y dijeron que consumo algo muy adictivo como la coca y dije:

— que fueron unos chicles deliciosos que vendían en mi escuela—,

el médico me dijo:

—que era grabe y que dejara de consumir esos chicles que te podrían hacerte morir—,

le dije:

—al médico que gracias por revisarme—

y mi mama también le dio las gracias y le pagamos poquito dinero porque fue de gran cosa.

Le dije al director que esos chicles que vendían en la tienda eran muy adictivos que hasta te podrían hacerte morir y el director me dijo:

— que si era cierto—

y le dije:

— que claro que si deben decirle a toda la escuela y preguntarle a los que hacen el chicle que contiene—

y el directo dijo:

— claro que si—.

Después de una hora en ese día le dijo:

— a toda la escuela que dejaran de comprar los chicles que eran mortales y que los podrían matar —

y después llamo a la marca del chicle a preguntar que contenía el chicle, pero al parecer el director tenía que ir a la empresa.

Cuando el director regreso él me dijo:

— que él no me podía decir la receta porque si la decía lo golpearían—,

yo le dije:

— tranquilo solo cuénteme—

y él me dijo:

— okey te diré tiene químicos, sabores artificiales y 4 libras de azúcar—,

yo le dije:

— esa cosa nos podría poner diabéticos y podíamos engordar más fácil, más que en Halloween o en una fiesta que tenga demasiados dulces—

y le pregunte:

—¿en cada chicle iba esa cantidad? —

y él me dijo:

— si—

Entonces yo dije:

— demandemos a la marca de chicles—,

después cerraron la marca de chicles y a los que hacían eso les mandaron hacer cosas diferentes.

SANTIAGO EL NIÑO INCREÍBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora