CAPITULO 4
Luego de casi dos meses después del 12 de mayo el ambiente se hacia cada vez mas intenso por seguridad tuvimos que hacer el menor ruido posible, tapizar puertas y ventanas con madera. La comida cada vez se nos iba agotando había llegado la hora debíamos salir para buscar provisiones.
Tomás cada vez era mas frió conmigo ya casi no hablábamos, pero este día debía decirle que necesitábamos salir, si no nos atacaban ellos lo mas seguro es que nos moríamos pero de hambre.
Estamos en la total oscuridad no teníamos luz y cada día salia menos agua de las llaves era cada vez mas difícil poder ducharnos o hasta para poder cocinar una simple sopa.
-Tomás iba saliendo del baño con una pequeña vela cuando me acerque a el.-
Mierda dijo me asustaste exclamó molesto, casi me matas del susto, jajajaja reí de forma sarcástica escucha si nos quedamos aquí vamos a morir.
-¿Estas loca? decía usando un tono agresivo, vamos a morir si salimos dijo gritandome, ya la poca calma que tenia explotó y comencé a discutir con el la reja de la calle comenzó a sonar aún asi no me importo estaba arta cansada, comencé a llorar. Ya no me importa nada más vete a la mierda le grite.
Me aleje de el sintiéndome culpable pero ya nada me importaba, abrí el primer cajón de la cómoda de la habitación y saque una mochila, al escuchar unos ruidos Tomás entró a la habitación.
¿Que diablos estas haciendo? preguntó enfadado, ¿qué crees que hago? le respondí con todo el sarcasmo.
-Estas loca no te dejare salir entremedio de ellos quieres morir acaso. Su cara de enfado pasó a una triste muy triste.
-Mi corazón parecía que fuese a romperse ya no podía más, le agarré las manos y le dije que nos sentáramos en la cama escucha amor debemos salir de aquí, ellos pronto vendrán por nosotros debemos escapar o matar para sobrevivir, tampoco sabemos cuanto tiempo más nos durara la comida y no sabemos si hay mas personas igual que nosotros.
No dijo nada por un buen rato, levantó la mirada y me dijo esta bien, Ada pero salgamos mañana apenas salga el sol en la oscuridad será mucho mas difícil para nosotros escapar.
Esa noche cenamos los últimos paquete de tallarines que nos quedaban, encendimos unas cuantas velas y Tomás llego con una botella de vino.
No tenia mucha hambre asi que comí despacio, me sirvió un vaso de vino y lo tomé al seco, luego me serví otro y otro, nose cuantos vasos me habré tomado pero la cabeza me daba vueltas, me sentía muy caliente, me levanté como pude y me arroje sobre Tomás, lo comencé a besar y a tocar el hizo lo mismo.
Extrañaba sus besos y sus caricias, hicimos el amor muy apasionadamente por unos segundos mi pesadilla desaparecía podía escuchar sus gemidos y los míos haciendo que la habitación que solo estaba iluminada por unas velas fuese un lugar perfecto, desee que nunca se acabara.
Por fin después de casi dos meses pude dormir sin despertarme en medio de la noche, el tiempo seguía igual, todos los días salia el mismo sol, las personas que yo conocía quizás ahora eran unos de ellos, toda mi pacifica vida había terminado y seguía sin saber porque.
-Desperté con un horrible dolor de cabeza, había olvidado por completo lo que era andar con la caña.-
Los gruñidos seguían eso me hacia recordar que seguía en la misma pesadilla.
Hola amor me dijo Tomás con un tono sumamente romántico.
¿Quieres repetir? Dijo mientras hacia una mirada coqueta.
Recuerdas que estamos en medio de unos muertos que no están muertos pero que caminan, intenté que sonará gracioso pero sonó más sarcástico.
Luego de vestirme guarde alguna que otra cosa que pudiera usar para defenderme, los muertos vivientes seguían igual sin ningún cambio los incesantes gruñidos se calmaban un poco por las noches.
-¿Ada Ada?- me llamó Tomás ¿que sucede amor? Le contesté me acerque lentamente hacia donde estaba, deberíamos salir ahora me dijo casi no ahí de ellos por este camino podríamos salir sin hacer ruido.
Rápidamente tomé mi mochila una linterna y la arma que me pasó Tomas aquella noche del bar, luego de decidir que iríamos por comida al pequeño minisuper que estaba a unas 6 cuadras volveríamos a casa.
"Tomás tomó las llaves del auto, mientras yo habría la cerradura de la puerta de la casa, tras cerrar la puerta corrimos hasta la reja, la abrí e inmediatamente el ruido los atrajo abrí la reja hacia la calle subiéndome al auto , pero antes que nos diéramos cuenta ellos ya estaban encima de nosotros.
Dispare para defenderme pero eso fue peor el ruido los atrajo más hacia nosotros, de repente teníamos una horda entre nosotros, ¡conduce le grite a Tomás!, estaba tan nervioso que no reaccionaba, reacciona.
"Con la mano temblorosa Tomás colocó la llave encendiendo el auto pisando el acelerador, aplastando a unos cuantos de ellos por el camino."
Sentía que el corazón se me iba a salir del pecho, aún asi llegamos al minisuper pero no seria tan fácil de entrar.
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Después del 12 de mayo©
Fantasy«No dejes que ellos entren, los muertos vivientes, vienen por nosotros». Ada Valencia es una chica de la capital de Santiago, Chile que lleva una vida pacíficamente viviendo junto con su novio Tomás, pero luego de quedarse sin empleo encontró trabaj...