Parte 11

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.::Pov's Akihiko::.

Sin pedirle permiso al mangaka, lo primero que hago es acercarme al rostro de Misaki, Ijuuin se queda parado detrás de mí, intenta llamar a una ambulancia, pero sus maldiciones me dan a entender que no logra contactar a nadie.

–¡No respira!

Miro a Ijuuin como si él tuviera la solución, pero esta igual que yo, con el miedo recorriéndole las venas, tan fríos como la nieve que nos rodea, con el pecho sufriendo un dolor inhumano.

–¡Misaki!– grita arrodillándose a mi lado.

El viento frio nos corta la cara, y me hace reaccionar, así que comienzo a darle respiración de boca a boca, intentando reanimarlo.

–¡Sálvalo! ¡Si lo logras, te prometo que me voy de su vida!

Miro sorprendido a mi rival, ¿enserio dijo eso?, pero... sería muy bajo de mi parte tomarle la palabra. Trato de olvidar su promesa, mientras sigo intentando reanimar a Misaki, Ijuuin lo ha cubierto con su abrigo. La ayuda no llega.

–¡Vayamos al hospital!– me ordena Ijuuin– si nos quedamos aquí...yo...yo no quiero ni pensarlo.

Asiento con la cabeza.

.

Entro corriendo por el pasillo blanco cargando a Misaki, a mí lado va Ijuuin, abriéndome paso entre los curiosos que nos ven llegar a recepción. Ponen a Misaki en una camilla, un doctor le toma los signos vitales mientras avanzan rápidamente al área de terapia intensiva, Ijuuin ya ha realizado el trámite de ingreso, le han dicho que solo queda esperar.

Ambos nos sentamos en la sala de espera, hago una llamada a Takahiro para que venga.

–Es mi culpa– susurra Ijuuin.

Su semblante se ve descompuesto, estoy seguro que tengo la misma expresión, y que igual que yo, también tiene miedo de perderlo.

–La culpa es de los dos– le digo– creo que le exigimos con dureza una decisión.

–Si es verdad– me dice cabizbajo.

–Lo que dijiste bajo el puente, ¿fue sinceramente?

Ijuuin voltea a verme, no con coraje, sino con una mirada cargada de tristeza, es la primera vez que lo veo de esa manera.

–Lo fue. Si Misaki lo desea, lo dejaré libre y me desapareceré de su vida para siempre.

No tengo ningún comentario mordaz al respecto, simplemente nos quedamos sentados, esperando por noticias, buenas noticias.

.

–¡Misaki, que le paso a Misaki!

Llega Takahiro a la sala de espera, tan pronto ve a Ijuuin se lanza sobre él.

–¡Tu, maldito, ahora que le hiciste!

Pero no se porque demonios lo detengo. Supongo que se llama empatía.

–Takahiro, tranquilízate, no fue su culpa.

–Usagi-san, ¿Por qué...?

–Familiares de Ijuuin Misaki.

Ese mangaka ventajoso. Debí dejar que Takahiro lo golpeara.

–Soy su hermano.

–Soy su esposo.

Yo un imbécil.

–Pueden pasar a verlo– dice el doctor–, respira con ayuda, sigue inconsciente, pero va mejorando rápidamente.

Pandas invertidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora