nueve.

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-¡Solecito! -exclamó Jackson al verme.

Me giré para encontrarme con él y sus brazos extendidos dispuesto a darme un abrazo.

-¡Hyung! -solté muy feliz. -¡Has vuelto más rápido de lo que creí! ¿Ya estás bien? -le miré con atención
-Estoy mejor, hoy me habría quedado en casa también, pero tengo dos exámenes. -hizo una mueca.
-Qué rabia eso, siempre los exámenes están ahí para fastidiarlo todo. Espero que te vaya muy bien.
-Yo también lo espero. -sonrió. -¿Dónde están los otros?
-Ni idea, acaba de sonar el timbre, así que estarán ya al venir.
-¿Vamos a comer al jardín? Hoy hace un sol increíble. -señaló hacia atrás.
-No puedo, tengo que ir a hablar con Jaebum. -solté mientras le buscaba con la mirada.
-¿Jaebum? -frunció el ceño.
-Sí, ayer me dijo que quería hablar de algo conmigo, así que vamos a pasar el recreo juntos. -contesté un poco avergonzado.
-¿Cada vez os lleváis mejor o solo es mi imaginación? -preguntó dudoso.
-No lo sé, yo quiero creer que es porque cada vez le agrado más.

Alguien tocó suavemente mi hombro y se paró delante de mí, se trataba de quien estábamos hablando.

-Sígueme. -dijo para después empezar a caminar.

Miré a Jackson y él asintió mientras alzaba su dedo pulgar.

-Llamaré a Mark para saber dónde están, seguro que en la cafetería. Nos vemos en la salida, Jae. -palmeó mi hombro.
-Hasta luego, hyung.

Dirigí mi vista hacia Jaebum, quien ya estaba doblando una esquina para dirigirse a otro pasillo, aceleré un poco el paso para poder alcanzarle.

Agradecía el haber traído el almuerzo de mi casa, porque sino me moriría de hambre hoy por no ir a la cafetería. Jaebum también pensó bien, ya que al igual que yo llevaba su almuerzo.

Mi hyung entró en una clase que no conocía, sabía que había varias en donde se podía entrar en los descansos, pero en esta nunca había estado.

Al entrar yo el último, cerré la puerta y me senté junto con él en los sitios del fondo.

-Hola, Jaebum. -rompí el silencio. -¿De qué necesitas hablar?

Le miré con atención mientras le daba el primer bocado a mi bocadillo.

-Verás, el otro día te vi con un chico.
-Ajá, ¿y?
-Te estabas besando con él. -me miró, pero no supe entender qué decía su expresión.
-Eso fue anteayer. -murmuré sorprendido. -¿Cómo me viste?
-Pasaba por allí porque quedé con Joohyun para terminar con ella. -confesó.
-¿Por fin terminasteis? -solté asombrado. -Digo...
-Sí. -suspiró. -Me costó un poco porque al principio ella se negó a aceptarlo, pero logré terminar con ella de buena manera, al menos sé que no está enfadada. -contó.
-Me alegra que hayas podido sincerarte y dejarla, te hace falta estar solo.

Él asintió y también sacó su almuerzo para empezar a comer. Mientras en mi cabeza estaba montando una fiesta por la felicidad que me provocaba el saber que ahora él estaba soltero y tenía vía libre para hacer lo que quisiese.

-Retomando lo de antes... Te vi besándote con un chico, y la verdad es que eso me desconcertó. ¿No se suponía que solo me estabas ayudando a mí?

¿Qué? ¿Qué quería decir con esa pregunta? Me había dejado muy confundido.

-No te entiendo, Jaebum.
-¿Cómo que no? -chasqueó la lengua. -Tú me dijiste que ibas a ayudarme a ver la homosexualidad como algo normal, pensé que yo iba a ser el único.
-Eres la única persona a la que estoy ayudando. -afirmé.

No comprendía a qué punto quería llegar con esto.

-Entonces, ¿por qué te besaste con ese? -preguntó ¿decepcionado?
-Porque la situación lo quiso así, pero a ese chico no le estaba ayudando, él ya es gay. -aclaré.
-Ah, ¿le estabas besando porque te gusta? -alzó ambas cejas.
-No me gusta, pero...
-Se suponía que yo debía ser el único. -me interrumpió.
-¿El único en qué? ¡No te entiendo! Solo te estoy ayudando a ti, qué tiene que ver ese chico. -me estaba desesperando.
-Déjalo, no lo entiendes. -respondió cortante.

Conquistando a un homofóbico [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora