Mujer de Fuego || Luis Miguel

Si Te Vas

Eleanor
Después de mi plática con Paul, me di cuenta de que primero debía de salvarme a mi, durante mucho tiempo odié la frase "hay que esperar al indicado", mi argumento era, ¿y si nunca llega?, pero creo que es lo mejor, tal vez por eso había saboteado todas mis oportunidades de andar con alguien después de Emilio, porque verdaderamente no quería para mi nada de lo que se me presentaba.

Así que decidí que era importante encontrarme a mi misma, antes de encontrar a una pareja.

La primera cosa que descubrí, fue que no quería trabajar más para los espectáculos, no buscaba obtener fama colgándome de la fama de los otros, si no hacer mi propia fama, claro que quería seguir escribiendo, pero no sobre los chismes de alguien más, si no sobre algo que me ayudara a mejorar y a los demás también.

Me dirigí a las oficinas de la MHS, algo temprano para mi hora de entrada, quería hacerlo antes de que Paul llegara.
Caminé de la manera en la que había aprendido en la escuela de modelos, por alguna razón caminar de ese modo me hacía sentir poderosa.
Entré sin tocar a la oficina del Señor Maxwell.

-¿Qué haces aquí tan temprano Eleanor? ¿Acaso quieres cubrir más notas?
-De eso vengo a hablarle, no pienso cubrir ni más notas ni las anteriores.
-¿Qué?
-lo siento y le agradezco por todo el tiempo, los esfuerzos y demás, estoy de verdad agradecida
-Eleonor, no lo entiendes, si te vas ahora me dejas colgado, tenemos aún muchas cosas por realizar
-lo sé y lo siento, estoy segura de que Paul podrá cubrir mi espacio, mientras tanto le recomendaré a una amiga- mentí, pues no tenía a nadie más que Paul
-Supongo que no puedo obligarte a quedarte, pero sabes que no puedes rebelar ninguna primicia, aun que ya no trabajes para nosotros.
-no lo haré, y como no dejaré este medio tal vez le pueda traer algunas- dije pensando en la manera de desquitar mi coraje contra Luis Miguel
-Supongo que no puedo hacer nada más, solo puedo agradecerte por el tiempo que estuviste aquí- luego sacó una chequera del cajón de su escritorio, y me tendió un cheque- esto cubrirá tu liquidación.

Después de despedirme de algunos miembros del equipo, salí y recogí la a pocas cosas que tenía ahí, fue más sencillo de lo que imaginé y agradecí profundamente el no haberme topado a Paul, aunque tarde o temprano se iba a enterar.