♤Parte 11♤

1.3K 115 18
                                    

           
- ¿Qué te pasó? – preguntó Jennie riendo mirando mi irregularidad en los zapatos.
-Nada, le enterré el tacón en la cara a Momo - dije como si nada abriendo mi casillero.
- ¿E-Enserio? - preguntó sorprendida.
- No - contesté - Pero quisiera hacerlo - cerré la puerta de un golpe.
- ¿No te los cambiaras?
- No, hace días saqué todas mis cosas del casillero - había sacado ropa, zapatos y accesorios ahora solo había libros, papeles y útiles escolares. - ¿Y tú qué haces afuera? - le pregunté mientras comenzaba a caminar junto a ella
- Al parecer Hoffman no se levantó de buen humor - rió - Creo que se quedara solo en el salón - me uní a su risa, también la había sacado.
- ¿Y cómo te fue anoche?
- Bien - dijo con una enorme sonrisa - Cenamos, platicamos, un 'Quiero que seas mi novia' - dijo - Y por supuesto un 'Claro que si Jennie, eres tan guapa' - reí ante su exageración de la historia.
- Eres una mentirosa - no podía parar de reír.
- ¿Y tú? ¿Finalmente te rendirás y aceptarás que gané? La guapa de Jennie nunca pierde - dijo con seguridad.
- Pues esta vez...

- Lindos zapatos - escuche detrás de nosotras la burlona voz de Momo, me di la media vuelta para verla de frente. Nayeon la abrazaba por detrás y a los lados como siempre Los clones.
- ¿Qué? ¿Te gustan? - pregunté con hipocresía - Estaba por tirarlos pero si los quieres te los regalo - sonreí - Creo que cualquiera será mejor que esos - hice una mueca de desagrado al ver sus zapatos.

Ni siquiera puse atención a su contestación porque toda mi atención se enfocó en Lisa quien caminaba hacia nosotras con una caja blanca en las manos.
- Ten - me la entregó sin interesarle las demás - Espérame en la salida - susurró en mi odio antes de seguir caminando por el pasillo. Todos miraban sorprendidos excepto Nayeon que lejos de 'sorprenderse' estaba enfurecida. ¡Muérete de celos Nayeon!
- ¿Entonces? ¿Si los quieres?- solté una carcajada antes de darme la media vuelta y seguir caminando con Jennie por el pasillo.

- ¿Aún sigues pensando que perderé? - le pregunté a Jennie riendo.
- Debo aceptar que me sorprende - dijo incrédula - ¿Y qué es eso? - preguntó señalando con la mirada la caja blanca.
- No lo sé - contesté sincera mientras tomaba la tapa para abrirla, al ver el contenido me fue imposible no reír, eran las botas que yo había tirado ayer.
- Está loca si piensa que tú usaras esas - dijo segura Jennie.
- Yo las compré - le dije y sus ojos se abrieron como platos.
- Imposible.
- De verdad - reí - Ayer me dijo que yo no era su tipo y las compré - le explique - Según ella aun así seguía sin agradarle y las tire a la basura – Jennie negó con la cabeza.
- Esa tipa está pisoteando a Roseanne Park- rió.
- Por ahora - sonreí - Me las cobrare todas Jennie.

- Ay, ahora si quedaste linda - esa hipócrita voz - ¿Que vendrá después? ¿Pantalones rasgados y chaqueta de cuero negro? - soltó una carcajada.
- Olvidé que querías los zapatos- hice una mueca de molestia - Pero seguro que los encuentras en el basurero del segundo piso - seguí caminando sin siquiera voltear a verla, no me interesaba ponerme a discutir ahora.

Las clases pasaban rápido, me era difícil poner atención tratando de encontrar el motivo por el cual Lisa quería verme en la salida, siendo ella la que no paraba de decir 'Aléjate de mí'.
Era divertido ver como todos se sorprendían ante la ausencia de mis tacones, había sido un cambio drástico.

Finalmente el último timbre del día y la 'fabulosa' profesora no se cansaba de hablar. Típico, quieres salir temprano y a los maestros se les ocurre quedarse más tiempo. La dictadora cerró su boca y por fin nos dio la salida, junté mis libros para poder ir a mi casillero y dejar los que no necesitaría para hacer tareas.
Habíamos sido el último salón en salir, seguramente Lisa ya se habría ido, algo desilusionada... Salí del edificio, de verdad quería saber que quería.
Bajaba las escaleras del edificio cuando logré verla, estaba sentada en una de las bancas de la acera del plantel, mirando hacia el estacionamiento. Sus codos estaban recargados en sus rodillas donde estaba su chaqueta, ahora solo vestía blanca camiseta, la blanca y provocativa camiseta.

Me, Myself  & IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora