Me, Myself & I

♤Epílogo♤

4 años después.

Gotas de sudor caían de mi frente, ¡Llevaba toda la mañana haciéndolo! Simplemente no podía más. Bajé de las escaleras y tomé la tina con el líquido color rosa pastel para volver a subir las escaleras.
Introduje en el balde la punta de la brocha haciendo que absorbiera el color para después pintar la pared.

— ¡Lisa! ¡Lisa! ¡Corre!— los gritos de Rosé, Haru y Bobby. Me asustaron haciéndome soltar la cubeta, esta golpeó en la escalera haciendo que toda la pintura callera sobre mí. De un salto bajé de la escalera y sin importarme dejar todo un rastro de pintura salí corriendo hasta mi habitación que era de donde provenían los gritos.
— ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal? ¡Háblenme! — grité ahora yo desesperada ya que solo me miraban, los tres comenzaron a reír.
— ¡Lisa! Se supone que la pintura va en la pared, no en tus pantalones — los tres carcajearon aún más — ¡Ven! — habló Rosé entre risas. Rápido me acerqué y tomó mi mano colocándola en su ahora abultado abdomen. Si, hemos recurrido a la inseminación artificial, y estamos esperando a nuestra pequeña/o hija o hijo. Todavía no sabemos el sexo.

Un sentimiento inexplicable se desarrolló en mi al sentir los suaves golpecitos, volteé a verla a los ojos y lo único que pude ver era felicidad.
— Se mueve — dije emocionada, Rosé se estremeció.
— Háblale — dijo riendo — Parece gustarle tu voz — la miré sorprendida
— ¿De verdad? —se sintió otro pequeño golpe, Rosé rió.
— ¡Lo ves!— dijo con una enorme sonrisa, Haru y Bobby rieron. Seguro mi cara era de una estúpida de primera.
— H-Hola bebé...— dije con algo de nervios hincándome a un lado de la cama.
— Victoria — me corrigió Rosé.
— Tu madre asegura que serás niña— seguí — Cosa que si no es cierta, ella tendrá que re pintar tu habitación.
— Creo que de todas formas tendré que re pintarlo ya que tu madre prefirió ponerlo en sus pantalones— 'Tu madre' desde que Rosé y yo decidimos tomar la decisión, simplemente no lo creía, es algo realmente increíble.
— Ella dice que odia el rosa pero nosotros creemos que es mentira — Susurró Haru.
— ¡Hey! — Le reclamé riendo —Realmente no me gusta, yo creo que deberíamos pintarlo mejor de azul o verde.
— Morado o amarillo — dijo Bobby eligiendo colores más neutros.
— Hey, basta — dijo Rosé frunciendo el ceño — Victoria amará el rosa tanto como yo y su tía ¿Verdad?
ㅡ ¡Cierto! ㅡ contestó alegremente Haru.
ㅡ Además ya habrá tiempo de pintar uno azul, uno morado, uno verde y unos cuantos rosas más ㅡ Realmente está mujer me mataría haciéndome pintar habitaciones.
ㅡ Pero ahora ¿Por qué mejor no cambiamos de tema y vamos por un helado de vainilla con chocolate?
ㅡ ¡Sí! ㅡ se le unieron Haru y Bobby.
ㅡ Ahora no podemos ㅡ con la simple mirada me dijo ¿Por qué?
ㅡ Tengo que terminar de pintar la habitación y mira como estoy.
ㅡ ¿De verdad nos dejarás a los cuatro con las ganas?
ㅡ Tratas de manipularme a costa de... Victoria.
ㅡ ¿Lisa, nos dejarás con las ganas? ㅡ preguntó levantando las cejas, no me convenía en lo absoluto no cumplirle sus caprichos.
ㅡ Vamos ya ㅡ me puse de pie y Haru y Bobby salieron corriendo a sus habitaciones para cambiarse.

Me di la media vuelta y me saqué la camiseta para cambiarme. Estaba frente al armario cuando sentí las manos de Rosé en mi abdomen. Me giré para poder verla de frente y más que nada para poder tener mejor acceso a sus labios.
— No tienes idea de cuán feliz me haces — uní nuestras frentes.
— ¿Aunque te haga pintar paredes?— preguntó riendo.
— Aun que me hagas pintar paredes— afirmé — Pero una cosa si te digo — me separé un poco de ella.
— Ninguna chica o chico se le acerca a mi Victoria hasta que ella cumpla los 26 — los ojos de Rosé se abrieron como platos.
— ¡Estás loca! — dijo riendo.
— No — le sonreí —Tendrá las mismas reglas que Haru... acerca de los novios.
— Bueno ya... una apenas tiene 9 años y la otra solo tiene casi siete meses... ya habrá tiempo para discutir sobre eso... ahora queremos helado.

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ROSÉ POV

Sí, esta es la historia...nuestra historia. La chica 'ruda' que se enamora de la chica más superficial y menos compatible con ella.
Hace algunos años, yo no me hubiera imaginado que, yo, Roseanne Park me enamoraría de Lalisa Manoban, eso me hubiera sonado imposible, pero dicen que los opuestos se atraen y creo que nosotras somos el claro ejemplo.

Ahora todo es diferente cuando estoy con ella, tal vez no sea la mujer perfecta, pero para mí lo es. La Lisa 'ruda' y 'amargada' como yo solía decirle, ya no está más, ahora todo ha cambiado, y descubrí que dentro de ella hay una persona con los más puros y hermosos sentimientos, que sabe amar y que con un solo abrazo suyo puedes sentirte tan protegida, y con un beso sentir que el mundo se detiene.

Se podría decir que el destino me jugó la peor jugada - que después se convirtió en una bendición - al terminar enamorándome de la chica de mi 'apuesta'. Pero yo no creo en el destino, tampoco en las coincidencias; creo que hay algo aún más fuerte que nos unió.

Este no es el final de nuestra historia... es solo el comienzo.

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