♤Parte 16♤

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LISA POV
La puerta se abrió dejando entrar luz y permitiéndome ver el rostro de la impostora. 'Date un tiro Lisa' exactamente esas cuatro palabras pasaron por mi mente y se recalcaron al escuchar la voz de Rosé disculparse por haber interrumpido. Pero de un momento a otro se cayó avergonzada pero levantó la mirada y se encontró con mi rostro de imbécil. -Mierda Lisa ¡REACCIONA!- Por alguna estúpida razón seguía en shock y la imprudente de Momo no se quitaba.

Extraña fue la reacción de Rosé, yo esperaba que me gritara, que me insultara, incluso una cachetada... Pero al contrario sus ojos se cristalizaron y solo negó con la cabeza antes de irse corriendo. Esto no era nada bueno.

— ¿Qué rayos pasa contigo? — grité exaltada reteniendo mis ganas de empujarla.
—Parece que no conoces tan bien a tu ex novia— puso sus manos en mi abdomen tratando de provocarme, pero todo lo que sentí fue repulsión.
—Yo no perderé a Rosé por culpa de...— una cualquiera como tú —...Por culpa tuya. — corregí, la moví a un lado y rápido tomé mi camiseta del piso.
— ¡De las dos Lisa! ¡Fue culpa de las dos! — escuché su carcajada a lo lejos ya que había salido corriendo detrás de MI novia.

Crucé el umbral de la puerta y vi mi chaqueta tirada pero no había señales de Rosé. Pasé mi mano con desesperación por mi cabello, ahora sí ya estaba organizado mi funeral.
Regresé entre empujones para tratar de encontrar a Jennie. Ella sin duda alguna sabría dónde estaba.
— ¿Dónde está Rosé?— dije sujetándola de la camisa demostrándole que a la primera mentira la haría polvo.
—No lo sé— me empujó — ¿Qué sucedió?—preguntó sorprendida, realmente no tenía idea.
— Solo necesito encontrarla ahora — volví a abrirme paso entre la multitud hasta que llegue afuera. Busqué desesperadamente en mis bolsillos hasta que encontré mi celular.
— ¿Has visto a Rosé? — preguntó Jennie a un rubio que platicaba animadamente con otros chicos recargado en un auto.
El teléfono timbraba, lo tenía encendido pero no respondía.
— Sí — contestó el chico atrayendo mi atención pero aun así no separé mi celular de mi oído. — Hace poco salió corriendo...— me miro —No se veía bien— ¡claro que no se veía bien imbécil! —...Y luego se fue con Nayeon. — bajé el celular, tratando de canalizar mi ira pero era imposible. Apretaba mi celular con tanta fuerza que se escuchaba crujir por dentro.

— ¡Mierda!— grité con rabia antes de estrellar el aparato contra la pared.
— ¡Hey!
— ¡Cállate!— le ordené a Jennie con rabia.
— Mira, imbécil. De nada te sirve desquitarte con el celular, con mi pared o conmigo — me empujó hacia la calle ya que todas las miradas estaban en nosotras — ¿Qué sucedió? — preguntó ya que todos volvieron a lo suyo.
— ¡¿Qué mierda te importa?!—
— ¡Me importa mucho! ¿Qué hiciste para que Rosé se fuera con Nayeon? — gritó — Agradece que estoy tratando de ayudarte idiota.
—Nada, solo fue un mal entendido y...
—Especifica. — bajé la mirada.
—Yo... estaba en el baño con Momo...— cubrí mi rostro con frustración como había podido ser tan estúpida para confundirla.
— ¡Eres una imbécil Lisa! — quité mis manos de mi rostro y recibí un golpe en la mandíbula — Como pudiste hacerle eso — me empujó fuertemente y aun algo aturdida por el golpe me tambalee hacia atrás chocando con un auto. Sacudí un par de veces la cabeza incorporándome y me abalancé rápidamente sobre ella y la tomé de la camisa haciéndola girar y estrellándola contra el mismo auto activando la alarma de este. Con mi mano derecha la tome por el cuello como si fuera a estrangularla.
— ¡Agradece que Rosé me pidió que fuera amable contigo! Si no ¡Dejas de respirar! ㅡ la apreté fuertemente y comenzó a cambiar de color, quería reír pero no era el momento. Relajé mi mano no iba a matarla aun que se lo merecía por idiota ㅡ Fue un mal entendido, Momo lo hizo intencionalmente me hizo creer que era Rosé y... ¿Por qué te estoy dando explicaciones? ㅡ la solté con brusquedad.
Comencé a caminar hacia mi auto mientras buscaba las llaves de mi bolsillo. Quería reír al escuchar los tosidos de Lisa atrás pero no estaba de humor.

Me, Myself  & IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora