Cap. #10 "En espera de la flor"

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La muerte de Rose, fué tan terrible. Tan dura de digerir. Imposible de creer. Y tan dolorosa tanto para mí, como para ella. ¿Cómo se lo decía a mis hermanos o a mi padre? Ellos la apreciaban mucho. ¿Cómo se lo diría a su madre? ¡A su madre! Y Justin... Seguro también estaría destrozado.

Me di cuenta de que ella tenía razón. Ahora que ya no estaba, tenía que encargarme de lo que ella no pudo proteger. Ella confiaba en mí. Tenía que cumplir.

Después de ver lo ocurrido, descubrí que... Su sueño, era real. Pero, no era lo que creíamos. No era una visión de lo que nos pasará, si no, una advertencia de lo que le estaba por suceder a ella si intervenía en una guerra. En ésta guerra. Su visión de todo lo que tiene y lo que no, era un recordatorio de lo que estaba por dejar. Incluyéndome. Todo tenía sentido ahora. Y lo peor, es que, seguro Rose ya lo sabía, pero no dijo nada por no preocuparme. Supe entonces que nuestra plática de la muerte, era una preparación. Rose lo sabía. Cosa que me hacía sentir peor.

Sentía que me moría con ella, no quería dejarla. Pude sentir un grito desde lejos de parte de Leo, pero no lo escuché, estaba aún helado. Petrificado.
Una vez que llegó al lado de algunos del Clan, todos quedaron igual de helados que yo. No podían creerlo.

No... No podía dejar que se muriera. La quería aún conmigo. ¡La amaba!
Fruncí el ceño y miré a la nada. Entonces, la tomé para cargarla, tomé camino hacia la alcantarilla a pesar de dejar el rastro de sangre. Leo y los demás al verme, estaban helados.

Leo: Donnie... -Intentó llamarme. Mi rostro frío y serio no le correspondió la mirada. Seguí caminando.

Shinigami: ¿Que es lo que estás haciendo? -Escuché a Shinigami, tampoco la miré. Nada me detenía. Una mano me tomó del hombro y me detuve en seco, pero no volteé.

April: Donnie... -Era April. -Déjala. -La miré de golpe.

Donnie: Aléjense de mí. -Le respondí al arrebatarle mi hombro. Seguí caminando, ésta vez más rápido. Tuve que ejercer presión sobre la herida de Rose para que dejara de sangrar. Sí perdía demasiada, ya no podría hacer nada.

Entré el laboratorio de una patada, entré y cerré con la misma pierna. Me acerqué al asiento de mi escritorio y la senté un momento, al menos para yo poder sacar una camilla de emergencia que tenía guardada. Una vez puesta, la volví a cargar y la recosté ahí. Le quité la blusa, al menos en la parte dañada, también le bajé los pantalones un poco. Tenía que despejar su herida, de lo contrario sería mucho peor.
Le limpié el exceso de sangre, también limpié mis manos y me quité los vendajes empapados.

Rafa: ¡Donnie! -Me llamaba uno de mis hermanos al otro lado de la puerta mientras tocaba con fuerza. Yo estaba limpiandola y examiné que efectivamente uno de sus pulmones estaba desgarrado. Era terrible, todo estaba a la vista.

Leo: ¡Donnie! ¡Ya basta! -Gritó Leo. Yo saqué hilo y aguja quirúrgicos. También busqué una bomba de aire, le puse la boquilla a ella donde abarcara su nariz y boca. Eso la ayudaría a respirar, pero aún así, necesitaba que le cerrara el pulmón.

Karai: ¡Suficiente! -Entraron a la fuerza por el garage. Tapé a Rose con una manta y ellos se acercaron, Mikey y Rafa me tomaron de ambos brazos.

Donnie: ¡NO! ¡SUÉLTENME! -Les grité.

Karai: Tienes que detenerte. ¡Es duro para todos, pero actúas como un demente!

Leo: Ella ya murió. -Eso me enfureció. Le dí un cabezazo a Mikey y le torcí el brazo a Rafael para safarme de su agarre. Golpeé a Rafa en la cara y empujé a Mikey hacía la salida. Karai se acercó y le detuve su ataque, la tomé del cuello y le pateé el abdomen alejándola. Me acerqué al escritorio antes de que me alcanzaran y tomé un disparador, les apunté. Todos quedaron quietos.

Rose Harrison Blake: ClímaxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora