Capitulo 24. Parte II.

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Nathan.

-¿Y cuándo decidiste que era buena idea lo de estudiar?- pregunta.

-Um. Supongo que cuando quería dejar de pensar en otras cosas- murmuro.

Asiente sin decir nada. Supongo que agradezco el silencio, no es que tuviera ganas de seguir hablando del tema.

Gabriella mira por la ventana de su habitación, como si buscara algo fuera. Tiene el pelo más largo y sus ojos brillan bastante más que antes. ¿Cómo es posible que no me diera cuenta de esto en navidad?

-¿Cómo han ido las navidades?- dice como si me leyera el pensamiento.

Me encojo de hombros.

-No han estado mal. ¿Y las tuyas?

Me siento bastante incómodo. Tal vez sea porque la conversación es una mierda o, tal vez, porque no quiero profundizar demasiado en el tema.

-Hacía mucho que no tenía unas navidades así. Hacía mucho tiempo que no me sentía en familia. Y mi tío estuvo con nosotros hasta que volví a entrar aquí. Sin duda han sido unas de mis mejores navidades.

Me fijo en que cada palabra que pronuncia lo hace con un tono de voz diferente. Más dulce, alegre, vivo. No puedo mentir, se nota que no le gusta estar aquí, pero las mejoras que este lugar ha hecho en ella son más que visibles. No solo por el brillo de sus ojos o su sonrisa, también ha cogido un par de kilos y se la ve más sana.

-Eso suena genial- digo refiriéndome a sus fiestas.

-Hasta me hicieron regalos- dice señalando su colgante y su pulsera.

Está casi tan emocionada como Line cuando tenía seis años y aun pensaba que existía Papá Nöel. Parece que vaya a dar saltitos.

-¿A ti te regalaron algo?

Asiento despacio. Gabriella me mira como esperando a que le diga algo, pero me limito a devolverle la mirada. Frunce el ceño.

-¿No vas a decirme qué te han regalado?

-Nop- dice pronunciando mucho la "p".

Alza las cejas sorprendida, pero no contesta. Se cruza de piernas en la cama y mantiene la mirada sobre la mía. Levanto una ceja ¿me está retando? No parpadea y yo tampoco lo hago. Los ojos me pican, pero no pienso dejar que me gane. Veo como abre los ojos con más fuerza y no puedo evitar sonreír. Entonces Gabriella parpadea muchas veces mientras suelta un suspiro de frustración.

-Has perdido- susurro.

-Te he dejado ganar- dice sonriendo y dejando caer la espalda contra el cabecero de la cama.

-Claro- digo alargando la primera sílaba.

Coge su almohada y me la tira, intentando golpearme la cara y fallando estrepitosamente. Suelto una carcajada y le devuelvo la almohada.

Me saca la lengua y yo me quedo embobado mirándola. Ha arrugado la nariz y se le han achinado los ojos, aunque ha sido solo un instante. Por alguna razón que no logro comprender, me parece adorable.

-Tierra llamando a Nathan.

-¿Qué decías?- contesto parpadeando un par de veces.

-Te he preguntado por Line. La echo de menos.

-Oh.

Sabía que tarde o temprano saldría el tema de Line. Solo he intentado retrasarlo una y otra vez desde que entré en la sala. Ni siquiera quise hablar sobre navidad por esa misma razón. Supongo que aún estoy intentando comprender cómo me siento con respecto a ese tema.

Nunca me ha gustado sonreír. [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora