Dicen que para sanar un corazón es necesario un poco de soledad, pero como siempre creo que me he sobrepasado en este asunto, no recuerdo lo que es sentir la piel suave de una hermosa mujer, esa que con una sola mirada hace que tu corazón se detenga o se acelere... He de admitir que mi última relación me dejó lastimada, más de lo que soy capaz de aceptar ante cualquiera que no sea yo, pensé que pasaría el resto de mis días junto a ella, pero... las cosas pasan por algo y fue solo con el tiempo que entendí esto.
Lunes
Mi vida era una rutina, después de haber pasado por una mala racha donde el alcohol y el cigarro eran mi primer alimento decidí que esto no me estaba llevando a nada bueno, al final la vida continua y uno simplemente debe seguir. No llevaba mucho desde que empecé a correr todas las mañanas, salía muy temprano y me dirigía a ese enorme parque no muy lejos de mi casa, siempre por la misma ruta solo que ese día algo muy dentro de mi hizo que tomara otro camino, una más complicado con muchas pendientes y sobre todo con muchas rocas, mi condición había mejorado indudablemente pero mi torpeza pudo más ese día ¿Qué pise? Realmente no lo supe, lo único de lo que me di cuenta es que en cuestión de segundos estaba rodando cuesta abajo sin poder detenerme hasta que choqué con algo o mejor dicho con alguien. Me dolía todo y cuando intenté levantarme algo de madera estaba sobre mi cabeza mientras una persona estaba sobre mi cuerpo.
—¿Estás bien? — Escuché una hermosa voz, por un momento creí que tal vez había muerto, esa voz era angelical, hasta que el dolor se hizo presente.
—Ouch— Fue lo único que pude decir, dejé de sentir el peso que me aplastaba mi pecho, el caballete fue retirado y unos hermosos ojos hicieron contacto con los míos –Wow— Fue lo único que pude decir.
Me miró sin saber el significado de mis otras palabras —¿Quieres que busque ayuda? — Me dijo preocupada.
—No... yo estoy bien es solo que fue una larga caída— Le respondí mientras me incorporaba.
—Lo bueno es que estaba aquí para detenerte— Me dijo con una linda sonrisa –Creo que he hecho mi obra buena del año— Y su sonrisa se hizo aún más grande.
Yo estaba perdida en su rostro, cualquier otra persona ya me hubiera echado bronca, pero ella no, ella estaba tratando de que esta situación fuera menos vergonzosa de lo que ya era.
Me ayudó a incorporarme, yo estaba bien, solo un poco adolorida de mis brazos y de mi tobillo, pero el dolor era soportable, pero el lienzo en el que ella estaba trabajando estaba arruinado, en una esquina estaba rota y una mancha amarilla cruzaba la linda pintura.
—Lo lamento— Le dije sin voltear a verla, mi atención estaba sobre los colores del amanecer que ella había podido plasmar a la perfección y en medio solo se alcanzaba a distinguir la silueta de un ángel que aún no estaba terminada –Te pagaré el lienzo y las pinturas, realmente lamento que tu trabajo quedara arruinado— Le dije para tratar de que me disculpara por haber destruido su hermoso trabajo.
—No te preocupes, lo que importa es que tú estés bien— Volteé a verla, definitivamente era una buena persona —Solo me gustaría saber ¿Cómo es que terminaste rodando hasta aquí? —
—Estaba corriendo— Suspiré –Y entonces tropecé o me resbalé, la verdad no sé muy bien— Me lleve una mano a la cabeza, en verdad me sentía torpe.
Ella empezó a reír –Vaya, sí que es una forma extraña de terminar tus ejercicios, aunque empiezo a creer que el correr es un deporte de alto riesgo— Me reí, no pude evitarlo, ella era agradable y me gustaba.
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SERENDIPITY
RomanceAquí encontraran historias cortas que cada mes subiremos. Todas de amor entre mujeres.