EL DÍA QUE INTENTE ENVENENAR EL PAVO DE NAVIDAD
Martes 18 de diciembre
—Sí, sí, quiero que traigan dos cajas más de vino... del espumoso estará bien... muy bien gracias— ¡Oh! No sabía que ya estaban aquí, lamento hacerles caso hasta ahora. Pero es que he estado ocupada, tú misma lo viste. Eso de preparar fiestas es muy complicado.
Cada año, desde hace ocho años junto a algunos de mis primos nos toca organizar la cena de navidad, es todo un acontecimiento en la familia, pero este año es diferente, por ciertas circunstancias había dicho que no habría cena y todos al parecer estaban de acuerdo, pero he cambiado de parecer y hoy he enviado las invitaciones. La organización para este evento nos tomaba más de un mes, hace un año fue un martirio con todos los preparativos y ahora, aquí estoy de nuevo, organizando todo y es que solo tengo algunos días, pero créanme al final lo disfrutare como nunca. Fue una decisión difícil, más bien fue difícil encontrar el valor para llevar a cabo mis planes, pero está más que decidido.
Esta historia no trata sobre un cuento loco de Navidad o más bien sí, pero antes de contarles porque cambie de opinión de celebrarla, les contare la razón por la cual esta navidad terminara de manera diferente.
Así que les voy a contar un secreto, si deciden seguir leyendo automáticamente serán mis cómplices ¿Qué dicen, quieres seguir leyendo?
Así que serán parte de mi plan, me da gusto no estar sola en esto. Les explicaré mis razones y el como he decidido elaborar todo esto.
Siempre creí ser afortunada, tenía una familia muy unida y que pensaba (hasta hace unos meses) que siempre me apoyarían... esas familias felices que aún con los típicos chismes y problemas todos nos queríamos y apoyábamos. Cuando mi madre murió (nunca conocí a mi padre) la abuela me adoptó, en cierto modo todo estaba bien, quería a cada miembro de mi familia y pensé que ellos a mí, pero oooh decepción, no hay forma más fea de abrir los ojos que cuando las personas que quieres te traicionan.
Si les dieran a escoger entre el verdadero amor y la calma en tu vida o un montón de dinero ¿Qué escogerían?
Yo creí no tener este problema, pero cuando llegó el momento... oooh mierda, mierda. Sí, otra vez quejándome. Siempre han dicho que soy un poco dramática... ok, soy muy dramática ¿Pero quien no?
Todos en mi familia tienen un rol marcado; el guapo, el viajero, el inútil, el chismoso, etc. Yo era la dramática, pero también era la que ayudaba a todos. Si había algún problema, yo lo solucionaba y por esa razón creí ser la sobrina consentida. Pero un pequeño detalle hizo que todo cambiará. Mi abuela murió.
Después de 100 años de vida decidió que ya era hora de partir. La verdad es que siempre creí que ni Dios ni el Diablo la querían y por eso seguía viva. Me pregunto; ¿Quién perdió y se la quedó? Bueno esa es otra historia.
Nunca creí que me fuera a dejar como heredera de todo, soy la nieta rara, la solterona, la atea y la que nunca le hizo caso a sus dramas. Sí, ella era más dramática que yo, así que imagínense las telenovelas que nos montamos cuando discutíamos y eso que nunca se enteró que era lesbiana, de seguro se muere. Diablos como no se lo dije antes.
Pues el día que se leyó el testamento y escuchamos que todo era mío me empecé a reír como loca, hasta muerta la abuela decidió joderme, pero en ese momento simplemente no entendí hasta qué punto me odiaba tanto. Debí sospecharlo, ella murió el día de mi cumpleaños y lo que hizo al dejarme como única heredera fue ponerme una diana (de esas que usan los arqueros) en mi frente y lo que todos entendieron en sus mentes soberbias y materialistas fue; "Jodan a Cristina".
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SERENDIPITY
RomanceAquí encontraran historias cortas que cada mes subiremos. Todas de amor entre mujeres.