Aquel día llegué, sola, sin conocer a nadie, rodeada en un torbellino de jóvenes llenos de expectativas y sueños.
Con mi mochila en el hombro, buscaba un lugar libre en algún banco en el inmenso patio de la escuela.
Tú estabas igual que yo.
Quiso el destino que nuestros pasos se dirigieran al mismo lugar.
Primero llegaste tú, y luego llegué yo. Eramos dos extraños.
Nuestras miradas se cruzaron por primera vez.
Pero ninguno fue capaz de decir nada.
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Lo que nunca te dije.
Short StoryAquello que callamos por el miedo al rechazo o por timidez, podría cambiarnos la vida y hacernos cumplir nuestras metas. No calles lo que sientes. No temas expresar tus sentimientos. No dudes en decirle a esa persona especial lo mucho que te import...