Adam, Adam, Adam.
Repito tu nombre en mi mente como si de un mantra se tratara.
Lo oí por casualidad cuando una una chica de pelo teñido y labios rojos te llamaba con voz chillona.
Cuando oí tu nombre en boca de ella supe de inmediato que eras tú.
No sé como, fue como un sexto sentido.
Adam, Adam, Adam.
Quisiera ser esa chica de antes.
Para que me abrazaras y me miraras de la manera que lo hiciste con ella.
Pero no puedo acercarme a ti sin que mis nervios me traicionen.
¿Qué me has hecho, Adam?
ESTÁS LEYENDO
Lo que nunca te dije.
Short StoryAquello que callamos por el miedo al rechazo o por timidez, podría cambiarnos la vida y hacernos cumplir nuestras metas. No calles lo que sientes. No temas expresar tus sentimientos. No dudes en decirle a esa persona especial lo mucho que te import...