❀ㅅ: Pᴜɴᴛᴏs.

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El sol del amanecer traspasaba a duras penas la cortina de la habitación, chocando con la piel del rubio enredado en sabanas y almohadas. El despertador sonó, dando las 6:45 A.M. del miércoles pero nadie la atendió, siguió sonando hasta las siete en punto por el hecho de que Venom no soportó el irritante pitido de ese aparato que no ayudaba a Eddie a despertar.

Eddie—llamó despacio al hombre quien nuevamente no hizo mas que roncar contra la almohada-. Eddie despierta, tenemos hambre- con unos zarcillos golpeó su rostro, haciéndolo gruñir.

¿Qué hora es?preguntó, tragando saliva.

Son las 7:01 de la mañana.

En 15 minutos me levanto.

Nuevamente el rubio volvió a pegarse a la cama, dispuesto a seguir durmiendo olvidando un mínimo detalle; Venom tenía hambre y cuando tiene hambre no para de insistir hasta obtener lo que desea.

— No podemos esperar, despierta Eddievolvió a golpear su rostro con los zarcillos negros, pero no se inmutó en lo absoluto. Siguió intentando, dos, tres, hasta cuatro veces pero no hacia nada, se hartó.

Una idea detalló en sus pensamientos, recordando parte de la información que había leído por internet ayer por la tarde. Eddie estaba boca abajo, por lo que era fácil ver sus glúteos sobresalir de entre las sabanas y cubiertos por aquella prenda que usaba diariamente. Deslizó varios zarcillos hasta la parte baja de su espalda, sintiendo el leve calor que emanaba de esta y lo cómoda que era para el tacto. Tocó todo el glúteo derecho, comprobando su firmeza con leves apretones.

¿Qué mierda haces, V?— preguntó con somnolencia, bostezando contra la almohada.

Sólo reafirmo lo que investiguésiguió con lo suyo, observando más de cerca la retaguardia de su amante.

¿Se puede saber qué investigaste?trató de sonar tranquilo cuando hacía la pregunta, pero estaba demasiado nervioso desde ayer con la actitud tan rara del simbionte.

Ubicacionesrespondió sin más, pero seguía siendo poco para Eddie; inconcluso y poco explícito.

Decidió no darle más vueltas al problema y optó por seguir durmiendo. Se acomodó mejor en su lugar, conciliando el sueño, dejando sus músculos relajar y cuando todo seguía su curso de forma correcta una sensación fría y viscosa se adentraba en su trasero.

Dio un enorme brinco de su lugar.

¡Mierda, Venom! ¿¡Qué te he dicho de tus malditos hallazgos!? ¡Que no los hagas conmigo!gritó molesto, subiendo sus bóxer que se encontraban casi en suelo o lo estaban, porque ya no había ninguna prenda ahí—. No me jodas.

Sólo queremos aprender, Eddie.

Sólo queremos aprender, Eddierepitió con un tono aniñado—. No, ¿entiendes? Ya no quiero formar parte de tus extraños experimentos corporales.

Fue hacia su cajón de ropa interior, abriéndolo para tomar un bóxer, topándose con la maravillosa sorpresa de que no había nada; estaba vacío.

Tengo otros lugareslevantó el colchón donde efectivamente no había nada—. Hay más por algún lado.

No los hay, Eddie—lo miró unos segundos, sonriendole ladino—. Pero nosotros tenemos unos.

Bien, ¿qué es lo que quieres?Preguntó rendido, viéndose obligado a cumplir los caprichos del alienígena.

Queremos explorar tu cavidad, encontrar tu punto Gsonrió de forma perversa, logrando que un escalofrío recorriera la espalda desnuda de Eddie y otra cosa.

El punto G de un hombre es la próstata, zopenco.

¿Qué necesito para llegar a ella?

Un peneel simbionte miró por todos lados en busca de su aparato propio—. ¿Tienes un pene?,¿No verdad? Entonces no puedes acceder.

Estaba más que seguro que Venom no insistiría más con el tema, sonrió triunfante, extendiendo su mano en la espera del bóxer.

Tal vez no tenga uno, pero tengo una lengua.

La sonrisa de Eddie desapareció de su rostro, divisó la puerta abierta. Le daba igual que la gente lo llegara a ver desnudo, era eso o perder su virginidad Anal y no dejaría que lo segundo pasara.

Antes de correr, la puerta se cerró de un portazo, cubriéndole varias telarañas negras por los extremos.

Esas cosas duelen, V.

Seremos cuidadosos, lo prometemos.

" ℕ o v ι o " [ Syмвrocĸ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora