Killer Queen » muke

iii

Capítulo 3:

"Recommended at the Price"

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—Malditos ricos, que ocupan todos los lugares en el maldito estacionamiento —se quejó Michael, al entrar por las rejas del colegio privado. El cual, para ser privado y costar una fortuna, no tenía suficiente espacio de estacionamiento, según él.

Tal vez por un momento, Michael olvido que, ahora, él era uno de ese "malditos ricos" al mudarse con su padre, pero eso ahora mismo no le importaba. Solo queria conseguir un lugar para estacionar su auto, el cual ni siquiera había pedido, ya que prefería tomar el metro. Pero, claro, su padre no permitiría que su único hijo llegara a uno de los mejores colegio en metro.

Los ojos verdes del adolescente lograron ver un espacio a su derecha, junto a un carro color rojo, que llamaba bastante la atención, parecía ser nuevo, ya que el brillo estaba cegándolo. Apostaría que aquellos adolescentes compraban un auto cada comienzo de clase, solo para presumirlo frente a los demás. Él ni siquiera sabía que marca era su carro y la verdad es que no le importaba para nada.

Rápidamente, el chico de cabello teñido camino hasta la entrada de aquel lugar. Era un estructura antigua, pero había sido remodelada dándole un toque clásico y lujoso, como la mayoría de las casas en Londres. Amaba la arquitectura de aquel lugar.

Al entrar por los pasillos, Michael logro llamar un poco la atención de algunos estudiantes, y por un poco era obvio bastante. Todos parecían los típicos chicos perfectos, por la cual él supuso que no era muy común ver a un chico con cabello rojo, un piercing en las ceja, botas estilo militar y una casaca de cuero en vez del típico saco rojo (Michael había leído el reglamento y no había ninguna cláusula que prohibiera usar su casaca de cuero, ya que el uso del saco era opcional).

Con suerte de no llegar a perderse, el adolescente de diecinueve años llego al pasillo de los casilleros y saco el pequeño papel que le habían entregado al inscribirse, donde estaba el número de su casillero, "218". Tal vez tuvo suerte de no perderse en los pasillos, pero parecía una misión imposible encontrar el número de su casillero entre tanto de color rojo. Ya le estaba empezando a doler la cabeza de tener que ver tanto aquel color.

—¿Necesitas ayuda? —pregunto un chico de cabello negro, que sostenía unos libros en sus brazos, dándole una sonrisa amistosa a Michael.

—Por favor —dijo Michael, acomodando su pesada mochila, de cuero también, sobre su espalda —. Esto parece un maldito castillo, ni si quiera sé como haré para encontrar mi salón de clases.

—Te acostumbras, por cierto soy Calum —se presentó el chico. Sus pantalones eran algos más apretados de lo usual, casi como los que Michael traía puestos, solo que él estaba seguro que a Calum se le veían diez veces mejor —. ¿Eres nuevo, verdad? Casi no se ve gente nueva por acá, son demasiado estrictos con respecto a quien puede entrar. No lo tomes mal —agrego rápidamente, con una sonrisa de disculpa.

—No te preocupes, creo que mi padre dono demasiado dinero a esta escuela de niños ricos, porque haber golpeado a un chico en mi anterior colegio no creo que me haya dado la mejor reputación —respondió riéndose, el otro chico se rio con él. Calum no estaba acostumbrado a ver personas como Michael, parecía importarle muy poco sus modales o el dinero que tenía, eso le agradaba —. Por cierto, ¿Sabes dónde está el casillero 218?

—Tienes suerte, ese fue mi anterior casillero. Sígueme —indico Calum, jalando a Michael por su muñeca, mientras sostenía sus libros con la otra mano. Le estaba empezando a caer bien Calum, parecía la única persona normal en aquel lugar lleno de adolescentes ricos y mimados, como ese tal Luke.