Elody Is The Melody

Tequila Shots I

-¿Porque lo hiciste?- pregunta mirándome fijamente con los puños cerrados.

-¿Porque hice que?- sabia a lo que se refería, pero prácticamente yo no hice nada.

-Dejarte besar por ese- miro como cierra más los puños y tensa la mandíbula.

-Si desde un principio me hubieras dejado explicarte las cosas como fueron no estaríamos en esta situación ahora mismo- le digo y el solo niega mientras mira hacía el techo con una sonrisa falsa para luego hacer una señal con la mano para que siga y le cuente.

-No te voy a mentir, ese día Luke me confesó que le gustaba...y yo simplemente no supe que decirle así que me limité a no decir nada, así que cuando termino de declararse mi silencio permaneció y el se lanzó y me beso, a lo que yo por instinto lo aparte lo más rápido que pude y en eso apareciste tu- termino y veo como se relaja un poco, pero aún así me mira con desconfianza.

Me observa unos segundos más y luego se sienta a mi lado en la cama y coge mi mano suavemente y luego la besa.

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Ya eran las 2 de la madrugada y la fiesta estaba en su más bello esplendor, después de nuestra pequeña charla Jay y yo nos reconciliamos y decidimos disfrutar la noche juntos, cosa que no estamos haciendo porque decidió ir con sus amigos a ver quien aguanta más bebiendo cerveza boca abajo, así que aquí me encuentro yo en la cocina rodeada de extraños bebiendo un cubata, nose que gracia le ve la gente a esto de hacer fiestas.

Mi propio cumpleaños y fiesta y me lo estoy pasando jodidamente mal, así que me dirijo en busca de alguien que conozca y me pueda salvar de este tremendo aburrimiento.

Casi al salir de la cocina escucho como alguien pronuncia mi nombre casi susurrando, por lo que freno en seco y me escondo detrás de la puerta para no ser vista por nadie.

Escucho susurros inaudibles, hasta que dejan de susurrar y estos se convierten en casi gritos por la repentina subida de la música.

-Jay se lo monta demasiado bien, a conseguido a Elody y ahora mismo está en su cuarto tirandose a Becca, solo las tías buenas le hacen caso al cabron- todos ríen.

Me quedo un poco confundida y la verdad nose que creer, nose si lo que han dicho es verdad o no, así que retrocedo hasta llegar al final de la cocina y empiezo a caminar tranquilamente con una enorme sonrisa en la cara hasta llegar a puerta y saludar a los chicos.

-Os lo estáis pasando bien?- sonrió ampliamente.

-Por supuesto que si- todos asienten  y yo les devuelvo una sonrisa lo más creíble posible.

-Me alegro, tenéis barra libre en la cocina, coged lo que queráis, yo saldré a tomar un poco de aire fresco, si veis a Jay decirle que estoy fuera- todos contestan con un vale y una sonrisa mientras entran a la cocina y yo aprovecho para subir las escaleras y ir a mi cuarto a comprobar lo que ellos decían.

Camino sigilosamente por el pasillo hasta llegar a mi cuarto y escucho voces, abro poco a poco y veo dos siluetas, una encima de la otra tumbadas en la cama, el chico de arriba se mueve rápidamente encima de la chica mientras está gime.

No logro reconocer al chico ya que la persiana estaba un poco bajada y entraba poca luz, hasta que veo en el suelo justo al lado de la puerta está la cartera de Jay, para poder cerciorarme de que era la cojo y cierro la puerta con cuidado, la abro y veo su tarjeta de identificación y efectivamente era de el.

Escucho pasos acercarse a la puerta así que por instinto suelto la cartera y me meto al baño, escucho como tocan la puerta y me pongo nerviosa así que empiezo a provocarme arcadas para que piensen que soy una chica con algunos problemillas con el alcohol.

Escucho como los pasos se alejan y mi respiración se calma.

-Joder, menuda actriz estoy echa- digo alabándome al espejo.

Decido esperar unos minutos más antes de salir para asegurarme de que no había nadie esperando a que saliera y me pillara.

Con miedo abrí la puerta y saco la cabeza poco a poco para ver si hay alguien pero al parecer todo está despejado. Apago La Luz y salgo echando ostias del baño.

Bajo las escaleras y me dirijo a la cocina, los chicos siguen ahí así que del cabreo que llevo encima ni los saludo y simplemente cojo una botella de tequila que hay nueva de encima de la mesa junto a un vaso de chupito y me dispongo a salir, mientras salgo les sonrió y les levanto el vaso de chupito, estos me miran extrañados y yo sigo mi camino.

Salgo por la puerta principal y busco un lugar tranquilo en el que poder estar y relajarme un poco.

Veo unas sillas de playa tiradas detrás de un arbusto en la entrada de la casa a unos metros de donde se encuentra Dwayne así que me dispongo a poner una de ellas de pie y sentarme, abro la botella y me sirvo un chupito para después beberlo rápidamente para no sentir su fuerte sabor, debí traer un poco de sal y limón.

-Menuda borrachera me voy a pegar hoy-susurro y rio sin gracia para después beber.

Siento que alguien pone en pie la otra silla de al lado y se sienta en ella, yo no me giro para ver quien es, simplemente sigo sirviéndome otro chupito y lo bebo.

-Salud- habla por fin la persona de mi lado.

-Salud- digo levantado mi baso aún sin mirarlo y bebiéndolo entero.

-¿Mal de amores?- pregunta.

-Prefiero llamarlo limpieza de alma- me giro suavemente para encontrarme con unos preciosos ojos de un extraño color, no diferencio si son verdes o azules.

Sirvo un chupito y se lo entrego para después acercar la botella a él y brindar.

-Por ti- sonríe.

-Por mi- le sonrió de vuelta y el se bebe el chupito mientras yo le pego un pequeño trago a la botella directamente y suspiro.

-Algún día cuando duela menos me contaras, y yo encantado escuchare- dice mientras le entrego la botella y se sirve otro chupito, yo simplemente asiento y me limito a mirar el cielo y las hermosas estrellas.

El es buena compañía, no me atosiga a preguntas...ni siquiera pregunta el que me a pasado.

-Por cierto soy Tyler- miro en su dirección y estrechó su mano.

-Elody- le sonrío.

Escucho pasos cercarse, me giro y veo a Jay, Tyler aún no se percata de su presencia hasta que escucha mi fuerte suspiro y mi "lo que me faltaba ahora".