Guardaespaldas

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No podía creer lo que estaba viendo, todas mis cosas se encontraban tiradas en la calle, mientras Blanca se paseaba de un lado hacia otro, así que aparqué y baje rápidamente del coche para acercarme a ella.

Al verme corrió hacia mi.

-Elody, su padre está desquiciado- dijo muy nerviosa, a lo que yo solo pase de largo, llevaba un enfado que nadie me iba a quitar, sentía mucho haber sido tan cortante con Blanca y musiquita saludarla, pero la rabia me podía más, así que salte un par de cosas que había por el suelo y me adentré al edificio, subí hasta la planta de mi padre y ahí estaba el rompiendo todo lo que veía a su paso.

-¿!Estás loco o que te pasa?!- le grite para intentar llamar su atención, lo que fue un completo grasa o ya que siguió con lo que estaba haciendo.

-Papá!- grite con más fuerza- MIRAME!- tenía miedo de acercarme a él, pero lo hice de todas formas, no creía que me pudiera hacer algo, no a mi.

Se giró bruscamente y me miró directo a los ojos, por un momento me espere lo peor.

-Lárgate- susurró- No me escuchas o que!?, que te largues e dicho!!! No quiero volver a verte en mi puta vida!! SEGURIDAD!!- en ese momento super que en verdad lo había perdido para siempre, que mi padre se había ido, así que simplemente retrocedí, y volví al ascensor antes de que los de seguridad llegaran y volví a bajar.

Blanca seguía ahí de pie cuidando mis cosas para que nadie las tocara o intentara llevárselas.

-Señorita Elody, quiere que le ayude a subir sus cosas a su casa?- pregunto amablemente incluso después de haberla ignorado por completo.

-Gracias Blanca, no hace falta, llamaré a un camión de mudanzas para llevarme todo- esta sólo asintió.

Busque por internet alguna empresa de mudanzas que estuviera abierta a estas horas, cosa que dudaba por completo, pero no perdía nada con buscar, y mientras lo hacía mi cabeza daba mil vueltas pensando en todo.

Y sobre todo en cómo rayos iba a meter todas estas cosas en una sola habitación, está era bastante grande pero tampoco un almacén.

Vi una empresa que estaba abierta ahora así que decidí llamar.

Pero estos nunca contestaron, era demasiado bueno para ser verdad, así que seguí probando.

A los pocos minutos salieron los 4 guardaespaldas de mi padre y vieron en panorama que había, los vi acercarse.

-Señorita, necesita ayuda?- pregunto uno amablemente.

-Al parecer si- reí señalando mis cosas- mi padre se a vuelto loco y a decidido tirar todas mis cosas, y simplemente nose que hacer con ellas.

-Señorita- habló Blanca- mi casa tiene un garaje bastante amplio, si usted quiere podría dejar sus cosas ahí el tiempo que necesite- la mire tiernamente, ella en verdad era un ángel, pero no podía permitir eso, era demasiado.

-Nosotros si quiere podemos ayudarla a llevar todo, tenemos los 4 coches de su padre, y en cada uno podemos llevar una parte de las cosas- se ofreció uno de ellos a lo que los demás asintieron- y no se preocupe que su padre nos a dado la noche libre, y se a quedado solo con Alberto.

Mis ojos querían llorar, pero no debía hacerlo, así que simplemente asentí y estos se pusieron manos a la obra para ayudarme.

Yo seleccione las cosas que me hacían falta, como ropa, zapatos y recuerdos que tenía para poder llevarlos yo en mi coche a mi casa, el resto de cosas las llevaron ellos en sus respectivos coches a casa de Blanca.

Blanca subió conmigo a mi coche y me indicó el camino que debía seguir para llegar a su casa, está vivía bastante lejos, las casas no eran lujosas ni nada por el estilo, más bien humildes pero bonitas a decir verdad.

Me indicó cuál era su casa, así que aparqué y bajamos del coche con los chicos detrás, Blanca abrió el portón y pude meter todas mis cosas fácilmente, y bien arregladas para que ocupara el menor espacio posible.

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⏰ Última actualización: Mar 05, 2019 ⏰

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