CAPITULO 3. ZAYLA
Después de varios días, me di cuenta de que realmente era medio vampiro medio lobo, un noche, me fui a dormir pensando como podía ser que fuera las dos cosas.
Cuando abrí los ojos, delante de mi había una chica:
Era un poco mas bajita que yo, tenia los ojos de color verde manzana, sus labios, eran finos y dibujaban una pequeña sonrisa, su pelo, rizado y castaño con mechas rubias le caía por la espalda y por los hombros como una catarata.
Me levante de golpe.
-Quien eres?
-Me llamo Zayla, y tu quien eres? y porque duermes en la calle?
Me quede callado unos segundos.
-No tengo nombre, ni casa por eso estoy aquí...
Se quedo callada mirando el suelo.
-Estas bien?
-Como puede ser que no tengas nombre ni casa?
-No lo se, no recuerdo nada antes de los cinco años y siempre e estado solo...
-Oye, te apetece ir a comer algo y hablamos?
-No quiero ser una molestia para ti...
-La verdad, es que yo tampoco tengo a nadie...
-En ese caso...
Fuimos a su casa y me dijo que podía ducharme y que me traería algo de ropa, cuando entre en el baño, me mire al espejo, estaba echo un asco, estaba despeinado, sucio, tenia manchas de sangre por el pecho, me duche y al salir me mire al espejo otra vez, por primera vez desde hacia tiempo, vi como era:
Tenia el pelo largo, de color rojo intenso, mis ojos eran verdes y azules con pequeños tonos amarillos y rojos, mis labios eran carnosos y tenia unas cuantas pecas por las mejillas, decidí cambiar mi aspecto, cogí unas tijeras que encontré en uno de los cajones y empecé a cortarme el pelo, corto por los lados y por detrás, por arriba medio largo y el flequillo, de lado cayendo por encima del ojo izquierdo.
Salí del baño tapado con la toalla y encima de la cama, había una muda de ropa interior, unos tejanos negros, una camiseta de tirantes negra y una chaqueta fina blanca, a los pies de la cama, unas deportivas negras con finas líneas a los laterales de color rojo y dorado, después de vestirme, salí de la habitación y Zayla se quedo mirándome como si estuviera hipnotizada.
-Te gusta la ropa?
-Gracias, cualquier otra cosa me habría ido bien, los tejanos que llevaba antes estaban muy rotos y ya no tenia camiseta.
-Vamos a comer?
-Vamos.
Fuimos a un restaurante, nos sentamos en una mesa y vino un camarero.
-Que vais a comer?
-Para mi una ensalada y un poco de pescado por favor.
-Y tu chico?
-Yo, un filete de ternera poco echo por favor.
-Solo eso? pide algo mas, no pasa nada si tengo que pagar un poco mas.
-Tranquila, tengo suficiente.
-Y que queréis para beber?
-Un par de cervezas por favor.
-Muy bien, ahora os lo traigo.
Cuando se fue el camarero, empezamos a hablar.
-Zayla, como es que estas sola?
-Cuando tenia diez años, mis padres murieron, un tipo de animal les mordió y murieron desangrados...
-Lo siento...
-Tranquilo, y cuanto tiempo hace que estas en Nightlosh?
-Llevo toda la vida aquí.
-Y como es que nunca te e visto? Nightlosh no es muy grande...
-Porque siempre e vivido escondido.
-Aquí tenéis, ensalada para ti y aquí tienes tu filete, ahora traigo las cervezas y el pescado.
-Muchas gracias.
-Que aproveche Zayla.
-Igualmente.
Después de comer, Zayla me dijo que si quería, podía quedarme con ella en su casa, no estaba muy seguro de aceptar pero le dije que si.
Por la noche, le dije a Zayla que iba a dar una vuelta ya que no podía dormir, el pueblo, estaba iluminado solo por la tenue luz de la luna, subí al tejado de la casa de Zayla y me senté allí, me puse a pensar, Zayla... era tan hermosa y tan amable, seguro que si me hubiese encontrado otra persona, intentaría echarme de la calle como si fuese un vulgar perro, pero ella es diferente, me a dado una casa y comida, para mi eso es como un hogar.
Después de una hora, baje y entre en casa, Zayla se había quedado dormida en el sofá, me senté a su lado mirándola, parecía un ángel, mientras dormía, se apoyo en mi, me quede quieto, no sabia que hacer, pero me sentía bien, entonces, cerré los ojos y me quede dormido.
