🍁Ocho🍁

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YoonGi tuvo que volver a su puesto presencial en el trabajo, JiMin le dijo que estaría bien, aún cuando el mayor no quería, tuvo que presentarse.
Pero de igual forma, las cosas parecían no haber cambiado mucho.

YoonGi se levantaba temprano, y dejaba el baño listo para JiMin, dejaba el biberón de JungKook preparado y besaba a su esposo cientos de veces antes de ir al trabajo, JiMin suspiraba y se preguntaba, qué era lo que lo había descolado, por que sus pensamientos lo atacaron, y sonreía pues hace unos años, cuando los problemas con sus padres comenzaron, YoonGi apareció y le brindo un hombro para llorar, la historia favorita de JiMin era esa. Amaba que YoonGi le contara esa historia. Y ahora había sucedido lo mismo, YoonGi apareció para espantar a sus mas temibles fantasmas.

- Hola bebé...- un sonriente JiMin se acercó a la cuna de su hijo para tomarlo en brazos
Kookie solo hacia pequeños sonidos algunos inentendibles- ¿Se siente solo sin papá, verdad?

El bebé de casi un año se removía inquieto, jugando con el rostro de su padre.

- Lo sé, pero hoy vendrá temprano- dijo mientras le daba su biberón- Podrás verlo, y de seguro te dará muchos besos...

YoonGi se sentía feliz, emocionando pues había escuchado la risa de JiMin, de su pequeño esposo, aun había mucho que arreglar, pues el mayor quería conocer cada una de las situaciones que hicieron que su bebé perdiera los colores, y dejara de sonreír, quería escuchar cada uno de sus problemas. Por que él se lo había prometido, le había prometido a JiMin estar en los momentos buenos y malos, tristes y alegres... No era un compromiso a la ligera, mas bien era una decisión que nació desde el fondo de su corazón, desde la primera vez que lo escuchó llorar, esa vez que tuvo que abrazarlo y se sintió perdido al no saber como calmar su llanto, o por no saber que era lo que le estaba afectando.

Cuando llegó a su trabajo, muchos se le quedaron viendo, pues había entrado a su estudio con una sonrisa. No era algo que se veía todos los días.
Sin embargo nadie se atrevió a hacer comentario alguno.
Era el jefe de temer dentro de la compañía.

Había pasado mes y medio desde que todo había cambiado para ambos, acomodaban sus horarios de trabajo, en ocasiones cocinaban juntos, su hijo estaba a punto de cumplir un año, y lo celebrarían juntos los tres, consintiendo a su pequeño hijo.
En cuanto llegó ese día, salieron a dar un pequeño paseo como familia, comieron helado, aun cuando el bebé se movía inquieto, pues le emocionaba estar afuera y ver las pequeñas mascotas de quienes pasaban, incluso ambos padres decidieron que seria una buena idea tener una mascota...

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Ese día llegó a casa, y Kookie estaba sentado en su caminadora, en medio de la sala, buscó en la cocina, y JiMin no estaba, besó a su hijo y se agacho para tomarlo en brazos y seguir buscando a JiMin, tratando de recordar si su esposo le había mencionado que llegaría tarde o tendría alguna reunión, pero de ser así, le hubiese llamado al mediodía, incluso busco alguna nota y nada, subió los escalones y de repente escuchó los sollozos provenientes de su habitación...
Camino rápido hasta ver a JiMin lagrimeando mientras lavaba sus dientes, quien en cuanto vio al mayor corrió hacia él.

- ¿JiMinie? ¿Qué pasó?- preguntaba mientras acomodaba a su hijo en un brazo y con el otro rodeaba a su esposo.

- No se... solo me sentí mal... me siento cansado...- dijo JiMin entre lágrimas.

- Vamos a la cama- le dijo el mayor suavemente, sosteniéndolo.

- ¿Y Kookie? Lo dejé solo, lo siento...- dijo JiMin con dificultad.

- Esta bien, pero debiste haberme llamado, nada es mas importante que tú, cariño...- dijo YoonGi palpando su frente y respiro tranquilo cuando notó que no había fiebre- Y Kookie esta aquí...

JiMin tomó a su hijo en brazos, y lo abrazó, se sentía débil, ya llevaba un par de días así, pero pensó que solo debía descansar mas, incluso pidió unas semanas para descansar de la academia y relajarse un poco.

- No tienes fiebre, ¿has comido?- YoonGi seguía viéndolo con esa mirada de amor y preocupación, se encontraba sentado a la orilla de la cama y posaba su mano sobre la mejilla del menor, quien negó- ¿Quieres algo? Puedo hacer cualquier cosa...

- Siento que todo me da náuseas...- dijo mientras acomodaba a su bebé de un año, quien con esfuerzos trataba de levantar una de las almohadas que estaban en la cama- Pero, algo salado, me gustaría comer algo salado...

- Algo salado será...- sonrió, se dirigió a la cocina, solo se quito la camisa que portaba quedando solo en una camiseta blanca y los pantalones negros.
Revisó en su celular, algo que fuera rico y que también fuera salado.

- Supongo que pollo esta bien....

Agradecía que las compras de la semana ya habían sido hechas, no quería dejar solo a su esposo, pues intuía que acababa de vomitar...
Preparó algo simple, lajas de pollo a la parmesana, era salado y esperaba que JiMin lo pudiese comer...
Cuando llegó a la habitación, JungKook estaba sentado sobre el vientre de JiMin, haciendo balbuceos y pronunciando con dificultad algunas palabras, parecía muy entretenido con los dibujos abstractos en la camisa de su padre.

- ¿De que tanto hablan?- pregunto YoonGi acercándose con una bandeja, donde llevaba la comida y un vaso de jugo de durazno.

- Papá... pa... pá...- Jungkook señalaba y JiMin solo sonreía.

- Si, Kookie, papá...- JiMin respondió- Vaya... eso huele bien...

- Claro....- dijo dejando la bandeja sobre la mesita que estaba a la par de la cama- Ven bebé, papi debe comer...- tomo a su hijo en brazos quien, últimamente estaba mas inquieto.

JiMin tomo la bandeja, y sonrió, comenzó a comer a gusto. Al fin pudo probar un bocado en lo que iba del día, incluso preparar el puré de manzana que desayunaba su hijo le revolvió el estómago. Se sentía feliz...

- ¿Te gusta?- YoonGi, que estaba sentado a sus pies con Kookie en brazos, preguntó.

- Claro... en todo en día no había podido comer...

- JiMin...

- Estoy bien, solo me he sentido cansado, y he vomitado lo que ni siquiera he comido...- dijo haciendo un puchero.

- Has pedido libre, porque...

- Sí, no iba a estar concentrado, solo que se aprovecharon y me dieron mis vacaciones de año...- dijo para luego seguir comiendo pero esta vez con el ceño fruncido
YoonGi no podía creer que hasta haciendo eso se viera tierno, y se sintiera tan enamorado.

- Iré por mi comida- se levantó con todo y bebé- Volveré y me explicas bien, amor...

- Sí ...- JiMin sonrió. A pesar de todo, YoonGi estaba ahí para escucharlo, para cuidarlo y la mas importante, para hacerlo sentir amado...

Escuchame... [Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora