Un nuevo amigo y un Príncipe ¿Celoso?

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-¿Así que ahora soy tuyo?-dije burlándome, su rostro se empezó a tornar de un color rojizo intenso, bajo la mirada hacia sus pies.

-L-lamento eso- dijo levantando la mirada hacia mi- varios ciudadanos del Dulce Reino se han quejado de que se escucha música estruendosa.

Asentí- ¿Y quieres que le baje el volumen?

-S-Si, p-por favor-. Gumball estaba nervioso, Claus llego después, miraba con recelo a Gumball y luego a mí, se estaba aferrando a mí brazo.

-¿Qué sucede, Marsh?- sus ojos miel me miraban con curiosidad, y no era raro ¿Qué hacia Gumball en una fiesta así?, no me creía su escusa, aquí había gato encerrado.

-El Dulce Príncipe- Pronuncie divertido- ah venido porque nuestra “estruendosa” música se escucha hasta Chuchaslocaslandya y sus ciudadanos se han quejado.

Claus rio levemente.

-Parece que debemos solucionar el problema, mi lord- dijo mirando burlonamente a Gumball que estaba rojo.

-¿P-puedo q-q-quedarme u-un r-rato m-más?- pregunto este.

-Claro que puedes, solo que no es muy visto que usted este en fiestas así que se armara un gran alboroto- conteste.

Cuando entramos con Gumball todo el mundo se quedo asombrado y tenían todo el derecho, todos sabíamos que el Príncipe solo asistía a las fiestas por algún beneficio que estas tuvieran hacia él.

Cake llego casi enseguida, estaba asombrada por la llegada del Príncipe.

Me arrastro hasta la cocina.

-¿Y este que rayos hace aquí?- dijo crudamente mirando por la barra a Gumball que empezaba a hablar con Claus.

-Ni idea, ah llegado a interrumpir mi ligue- dije mirándola- me ah declarado como “suyo”- hice las comillas con los dedos.

-El tipo ah de estar más borracho que tu.

-O drogado- dije sonriéndole.

-Yo me lo llevo y tú te quedas con la monada de cabello blando, ¿también es vampiro?

-Así parece, Ca.

Salimos Cake y yo sospechosos de la cocina, se podía notar la cara de molestia que estaba asiendo Gumball por estar hablando con Claus a kilómetros.

Nos acercamos a ellos rápidamente, Cake tomo del brazo a Gumball y estaba a punto de arrastrarlo hasta donde estaban bailando todos pero este se estaba resistiendo.

-Quiero hablar con Marshall- espeto este irritado.

-Déjalo, Cake- dije un poco molesto.

Y de nuevo fui a la cocina para hablar con el sonrojado príncipe.

 -¿Y que tienes que decirme?- pregunte.

Gumball se puso más rojo y agacho la mirada.

-Eh venido a disculparme por lo de la otra vez- suspire- se que estuvo mal burlarme de tus sentimientos…

-Bueno, supongo que tampoco es creíble que el ser más sexy, hermoso, espectacular, asombroso, genial, mas macho pecho peludo y sensacional este enamorado de ti- solté divertido, Gumball rio levemente sonrojado; era un maldito Gumball al venir a provocarme.

Se veía muy bien, llevaba una sudadera rosa con unos jeans caquis, tenía revuelto su cabello dándole un aire de rebelde. Era un pecado no amar a Gumball o más bien era un pecado amarlo.

-¿Qué tal si empezamos como amigos?- dijo jugando con sus manos.

LA PUTA MADRE, LA FRIENZONE ME ATACA.

-Bien, pero no me quedare conforme siendo tu “amigo”-conteste arrogante.

-¡MARSH!- interrumpió una infantil voz,  estaba seguro de que Cake había mandado a Claus.

-¿Por qué le llamas “Marsh”?- pregunto Gumball con tanto de fastidio.

-Porque él será mi futuro novio- dijo sonriente.

 Narra Gumball:

-Porque él será mi futuro novio- había pronunciado el chico de cabellos blancos para después abrazar sonriente a Marshall.

No sabía porque tenía la necesidad de aventarle una silla en la cara al maldito.

-Eso lo veremos- susurre molesto.

Después de un rato la peste de cabellos blancos se emborracho hasta el punto de casi desmallarse, Marshall fue a recostarlo en su cuarto, después volvió un poco fatigado.

-¿Qué quieres hacer?- me pregunto.

¿Qué quería? Quería que sacara a ese molesto chico de cabellos blancos.

No sabía si lo que más me molestaba de él era su rostro de ángel o que estuviera tan cerca de Marshall.

-Solo tomar algo- dije finalmente.

Me senté en una silla, Cake me estaba vigilando; no era un secreto que ella había ido a reclamarme por decirle “cosas tan molestas” a Marshall e incluso llego a amenazarme.

Mientras tomaba refresco de aquel vaso de plástico rojo miraba a Marshall, él me miraba a mí. Quizás Marshall fuera demasiado guapo pero mientras las luces que producían las lámparas de colores y la oscuridad lo hacían lucir más misterioso que de lo normal.

El silencio era terriblemente incomodo, odiaba el haber lastimado a Marshall, pero estaba nervioso; era raro que un hombre se le declarara a otro hombre y más si este era el chico mas acosado de todo Aaa.

 Pero por alguna razón no me agradaba que Claus se le acercara.

 Marshall tarareaba la canción que estaba sonando , no éramos tan diferentes, yo sabía cual canción era esa; si el mundo quisiera que estuviéramos juntos tendría una oportunidad.

Hoy solo quería emborracharme hasta perder la conciencia. Si tanto me amaba Marshall ¿Por qué había besado a aquel chico?

Tenía que averiguar a qué me estaba enfrentando y eso no podría esperar, tenía que llegar hasta Claus.

-Voy al baño- dije haciendo que Marshall levantara su mirada, estaba igual o más borracho que yo, hace rato que empezaba a decir incoherencias.

-Claro, cariño- dijo para volver a azotar su cabeza en la mesa.

Me levante sintiendo como empezaba a girar todo, pero aun tenía que mantenerme firme para llegar hasta la habitación de Marshall para ver a Claus, por suerte llevaba mi teléfono. Le tomaría una foto a Claus y mi sobrio yo me lo agradecería. Yo le ganaría a ese tipejo.

Subí por las escaleras, me fije en que muchas personas ya se habían ido a sus casas, esperaba que Mentita no armara un escándalo por mi “desaparición”.

Tome una bocanada de aire antes de sumergirme en la habitación de Marshall. Ahí estaba. Se asomaba una cabellera blanca en la cama de Marshall, me acerque lentamente a él, su rostro era hermoso, sus facciones eran suaves y delicadas, pero no lo suficiente como para confundirlo con una chica. Tome mi celular y enfoque su rostro para después ver como el flash se disparaba iluminando la habitación. La habitación de Marshall era todo un desastre.

Baje rápidamente las escaleras para dirigirme a la cocina. Podía oír los ronquidos de Marshall incluso antes de entrar a la cocina.

-Marshall- susurre- Marshall- dije un poco más fuerte, el susodicho levanto su rostro.

-¿Hola?- dijo haciendo una sonrisa sexy.

Esa sonrisa hizo que mi corazón empezara a latir como loco.

~*~*~*~*

Hola, no eh podido subir capítulos aquí por asuntos personales. Por lo pronto les dejo este cortito capítulo de esta pareja.

¿Claus tratara de quitarle a Gumball a Marshall? ¿Ganara?

FPD se despide.

¿Quién dijo que los opuestos no se atraen?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora