-Amarme...- dijo para besarme.
Me quede helado ante el contacto de sus labios con los míos. ¿En verdad me quieres tanto, Marshall?
Cuando se separó de mi me miro preocupado, comó un cachorro desamparado.
-L-lo l-lamentó- susurró, se giró.
-Tan sólo dime que tengo que hacer para salvarla- contesté fríamente.
-...- se quedó callado, comó analizando las palabras que diría- por lo pronto, tenemos que sacarla de con Nate.
-Bien, ¿y después?- pregunte.
-Amarme- dijo mirándome, comó si me fuera a suplicar- amarme y hacer que Nate se olvide de gobernar la Nocheosfera.
-Marshall- dije mirándolo enojado- se serio, el destino de quizás todo el universo está en juego.
-¡TE ESTOY DICIENDO LO QUE DEBES DE HACER!- grito enojado- ¿Acaso no quieres a E?
-¡Por supuesto que la quiero, por eso quiero ayudarla!- dije molesto.
-¡Pues has lo que te digo, maldita sea!
....
Al último había corrido a Marshall, no sabía donde contactar a Esther.
Marshall Lee era un imbécil, ¿comó iba a salvar a E con sólo enamorarme de él? ¡Maldito egoísta!
....
Narra Marshall.
-Me ah echado- dije sentandomé en el sillón- nisiquiera quieres escucharme.
-Supongo que tenías que darle más explicaciones- dijo Esther dándome un baso con refresco- No puedo creer aún que tu madre me haya quitado el 69% de mis poderes.
-Ni ella puede creerlo- dije- vamos a tener que usar el 41% que nos queda.
-Tienes que enamorarlo, no podemos desperdiciar lo que me queda. Tienes que hacerlo Marshall.
....
-¿Me veo bien?- le volvi a preguntar a Esther.
-Ya te dije 700 veces que si- contestó haciéndome el nudo de la corbata- no lo asustes- me dijo- es muy tímido, dale su espacio.
-Bien, darle su espacio- repetí.
-Habla de cosas que sabes que le gustan, aunque a ti no te gusten- dijo giñandome un ojo.
-No voy a hablar de cuando ustedes eran pareja- Esther se echó a reír- juro que si dice que te tocaba las tetas lo violó.
E paro de reír en seco cuando vio a Nate recargado en la puerta de mi habitación.
-Vas a ir con el maricon de Gumball- dijo con asco- si dice que "le tocaba las tetas a Esther", no te preocupes, yo mismo lo mataré- dijo fríamente, miro de pies a cabeza a Esther- y espero que tu no estés pensando estupideces comó volver con Gumball o tomaré cartas en el asunto.
Nate jalo del brazo de Esther y sé la llevo arrastrandola.
Trate de ignorar los chillidos que salían de los labios de Esther y el golpe que se escuchó en la otra habitación. Queria echarme a llorar por lo inútil que era.
"Suerte, Marshall". Escuche la voz de Esther en mi mente.
Salí por la ventana, me seque las lágrimas mediante avanzaba al Dulce Reino.
....
-Toc toc- dije tocando la ventana de Gumball.
-¿Dónde está Esther? Mi cita iba a ser con ella- dijo enojado.
-Esther también sabe mentirte- conteste sarcástico, me dolió pensar en Esther, ¿Qué rayos le estaría haciendo el animal de Nate?
-Me niego a tenér una cita contigo- dijo para cerrar la ventana, lo pare en seco.
-Escuchame bien- dije enojado- vas a venir conmigo, no me va importar el llevarte a la fuerza, así que ahora sal.
...
Gumball seguía haciendome muecas de enojo mientras batía el spaghetti con el tenedor.
-Algunas personas prefieren comerlo- dije burlandome.
-Algunas personas no obligan a otras a tenér citas con ellas cuando no quieren- dijo molesto.
-No me gusta ser una de esas personas- dije burlón.
-¡ERES UN...!- pronunció enfurecido yo sólo me eche a reír comó loco.
-¿Qué pensaría la Condesa Limón Agria si te escuchará?- dije apoyando mi mentón en mi mano, Gumball me miro molesto por pronunciar aquel nombre y le giñe un ojo.
-¡Eres insoportable!- dijo levantándo las manos molestó.
-Eres adorable- dije sonriendo, mi sonrísa se expandió aún más cuando empezo a sonrojarse.
...
Gumball comía su postre mientras que yo tomaba otra ración del pastel que había traído Gumball para la cita.
-¡Déjame pastel!- exclamó el pelirosa- ¡Ya llevas cinco rebanadas!
-Claro- con mi dedo tome un poco de betún de mis labios y abrí su boca con cuidado dejando el betún en sus labios- ahí tienes.
-¡ES TODO, ME VOY!- grito sonrojado- ¡RENUNCIO!
Reí al ver su rostro sonrojado.
-Vale, mi príncipe- dije sonriendole- Le dejó irse- Gumball dejó de fruncir el señor cuando le dije eso- pero primero...- me acerqué a él y le rodee con mis brazos y le bese en los labios- Te amo, Gumball.
Nanananananananana
UwU soy cursi(?
¿Ideas para el siguiente capítulo?
-FPD.
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¿Quién dijo que los opuestos no se atraen?
RomanceGumball o el Dulce Príncipe es un chico estirado y pesado para muchas personas, es atento, respetuoso, inteligente, un cerebrito. Marshall Lee, el mejor músico de todo Aaa, un flojo a más no poder, odia los modales y las matemáticas; su peor error f...