Capítulo 6.

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Vergación, ésta mierda no está progresando, al igual que yo.

Naguara e' rata esta autora, que bolas.

Bueno ajá, el caso es que, ya mañana es el concierto, y siento que en cualquier momento el corazón se me va a salir por la boca.

Sep, así de dramática soy.

Y justamente cuando estoy pensando en esta vaina, alguien toca la puerta del cuarto.

Pasa Paola.

Mano, mano, mano.–La caraja salta encima mío, haciendo que suelte un pequeño gritito de dolor, y se acuesta la muy fresca–¿Sabes qué día es hoy?

Ruedo mis ojos, que ladilla esta carajita.

Coño si, mañana es el concierto, y si sigues diciendo la misma verga voy a terminar arrepintiéndome.

Ella abre los ojos como platos.

NO NO NO NO, ME CALLO LA JETA, PERO NO.

Sonrío.

¿Ya te decidiste que te vas a poner?

¿Tengo cara de que importe? Total, si mi mamá no me para bolas, menos ellos.

Ella me mira indignada ante mi comentario.

Es mejor decir la verdad, que mentir.

Me fulmina con la mirada.

Ruedo los ojos.

Pantalón negro, camisa a cuadros.

¿Rendirme ante ella? Pff, todavía me queda dignidad.

Mejor dicho, la que acabo de perder.

Que sencillo.

Mano, no soy Bárbara Palvin o Kylie Jenner, no cago plata como para comprarme ropa nueva, así que, te jodes carajita.

Pero al menos tienes que ir presentable.

¿Me estás diciendo que me visto como una vagabunda?

–¿Me estás diciendo que me visto como una vagabunda?

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¿Acaso no entendiste la indirecta?

–¿Acaso no entendiste la indirecta?

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New Translator. [PAUSADA.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora