Capítulo 20.

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Llegamos.

Suelto un suspiro de frustración.

Había olvidado por completo el largo trayecto que era desde mi casa hasta el aeropuerto.

Bajo del carro con una gran arrechera que se me sale por los poros, y procedemos a ir dentro de la vaina esa.

En lo que entramos llegan unos guardaespaldas y se colocan al lado de nosotros, al parecer protegiéndonos, supongo yo.

Nos colocamos en medio del aeropuerto hasta que entiendo la vaina: estamos esperando al piloto privado de estos carajos

No me jodan man, yo estoy acostumbrada a comprarme una maltica y sentarme en las sillas esas cómodas.

Mamenlo toditos.

Cerca de donde estábamos había un par de sillas desocupadas y aprovecho pa sentarme en una.

En eso, pasa algo súper normal.

Se fue la luz.

EN EL AEROPUERTO.

ÉCHALE BOLAS MAN.

MADURO–Grita un carajo a lo lejos.

COÑO E TU MADREEE–Le siguen todos.

Y claro, como no, yo también me incluyo en el kikiriwiki.

Porque no soy Alejandra si no me incluyo en la vaina, como no.

Alejandra.

Dime Cal.–Subo mi cabeza hacia arriba para mirar al moreno.

¿Por qué todos dijeron una mala palabra cuando dijeron un apellido?

Bebé.

Me dio ternura que no entendiera nada.

Es una costumbre que tienen los venezolanos, después les explico.

¿Y es mala?

Depende de cómo lo mires.

Porque ajá, si lo vemos del lado positivo, nuestro presidente es un coño e madre.

Pero si le vemos el lado negativo, lo estamos insultando.

Igual, es la misma paja.

No, no es mala. Más bien le estamos deseando el bien a...nuestro presidente, si.

Ellos asiente.

Ups.

De repente un guardia toma del brazo a Michael indicándole que lo siguiéramos.

Y así hicimos como buenos niños que somos.

Seh.

Llegamos a la pista en donde están un poco e' aviones estacionados y veo un jet privado blanco frente a mí.

Pinga.

Yo creo que esa vaina cuesta más que mis órganos todos juntos, que bolas.

Señorita, permítame su maleta.

Asiento y le entrego la maleta al gran guardaespaldas.

Pinga x2.

Pero todo pensamiento se va cuando veo el interior del avión.

PIIIINGAAAAAAA.

Weno, al menos esto de ser su traductora y viajar con ellos me beneficia en algo, ¿cierto?

Cieeeeerto Sulay.

Me siento en unos de esos asientos de primera clase y siento que 21 años sentada en las sillas de madera de mi casa se han ido pa la mierda.

Me dio hambre, ¿qué hay de comer?–Pregunta Michael.

Comida.–Dice Luke burlón.

Estos mens de hoy en día.

Igualitos a mi, que bolas.

Gracias Luke, estaba debatiéndome si íbamos a comer muebles o cortinas, estúpido.–Michael rueda los ojos y Ashton se ríe.

Y eso hace que se active mi risita silenciosa.

Porque si destapo mis pulmones, terminaré riéndome como Chuky.

Y yo, no iba a volver a pasar pena.

Cosa que hago siempre, pero ahora me permitiré actuar como una carajita platúa.

Calum, que traes en la mano?

Es café, me lo compre antes de subir, una señorita muy amable me atendió.

¿Qué tiempo de café es?

Ella me dijo el nombre...guayayito... guoyayuto... algo así es su nombre.

¿Guayoyito?–Le digo tratando de sonar kike gringa, ustedes saben.

Ese. Ese es su nombre. Y es muy rico, sabe bien, sabe un poco fuerte pero esta rico.

Al igual que tú papi.

¿Puedo probar?–Pregunta Luke.

Tu no, muchacho marico.–Susurro en español.

¿Qué dijiste?–Pregunto Luke con confusión.

Nada, pruébenlo, es muy bueno, a mí me encanta.

Si es así, espero que no digas mentiras.

Lo miro indignada.

Mamaguevo.

Lo prueba y una expresión amarga aparece en su cara que me hace reír.

¡Sabe muy fuerte! ¡No me gusta!

Eso se toma de a sorbito Luke, no seas pendejo. Es obvio que es fuerte, pero no vas a tomarte un trago entero de Guayoyito.

Pajuo.

Me mira con una cara de molesto y yo dirijo mi vista hacia la ventana.

Suspiro.

Proxima parada: Colombia.

New Translator. [PAUSADA.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora