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Wonwoo
—si mi cita no llega en cinco minutos, date por muerto Kim Mingyu— amenazo el chico al más alto, haciendo que este se pusiera más nervioso de lo usual por teléfono, Wonwoo hablaba tan serio que temía de que su trasero estaba en juego. —odio que me hagas citas a ciegas y no se porque te sigo la corriente y las acepto.
—lo lamento, no sabia que se iba a demorar, ni siquiera me ha avisado — a Mingyu le pareció un alivio el no haberse escuchado tartamudear.—te llamo cualquier cosa.
Wonwoo al sentir como Mingyu le cortaba la llamada, bufo molesto y solo fue a sentarse en una de las mesas reservas de aquel Restaurant, Justo al sentarse, vio a una chica parada frente a él junto al mesero.
Una chica morena, cabello castaño hasta los hombros con chasquilla, lo miraba detenidamente y tímida, traía un vestido negro un poco apretado y unos tacones gruesos, haciéndola ver alta y bastante hermosa para los ojos del chico que pensaba que lo habían dejado plantado en medio de un buen Restaurant que le había conseguido mingyu, después de todo estaba agradecido por tan buena vista. Al sentarse, se dio cuenta de que era una chica algo voluptuosa, nunca había salido con una chica así pero eso fue ultimo que importaba en ese momento, de cualquier forma era su primera vez con una chica voluptuosa como ella; de seguro era más simpática y generosa a diferencia de todas las chicas con las que salía antes.
«Por lo menos tienes por donde agarrar y no es sólo hueso como con las que salías antes» recordó las palabras de Mingyu y no pudo evitar sonrojarse un poco.
—Mingyu no me dijo tu nombre, disculpa.
—Me llamó Jeon Wonwoo y tú debes ser Kang Minjoo— hablo el chico intentando sonar lo más cálido que podía.
—un gusto Wonwoo— sonrió ella dulcemente y Mingyu tenía tanta razón de lo que habían hablado toda la tarde sobre ella.
La cena había sido un poco incómoda, pero luego de unos minutos las cosas que decían ambos y sobre lo que tenían en común hacía que ellos perdieran toda pizca de silencio e incomodidad, estallando en risas por cosas tan pequeñas como la vez en que su compañera de piso lloraba por Minseok de EXO cada vez que veía el póster firmado por el mismo.
Ninguno de los dos quería que terminara aquella cita.
