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Jeonghan Jeonghan observaba a la pequeña chica caminar por el parque desde una distancia considerada, ser su ángel guardián era algo complicado ya que no había sido capaz de acercarse a ella para poder conocerla ya que el cuidado de esta hubiera sido más fácil que estar viéndola como un acosador, pero aún así no era capaz de acercarse ya que para los ángeles estaba estrictamente prohibido hablar con sus humanos; pero para Jeonghan no existían aquellas reglas aunque tampoco quería cambiar el hábito de la pequeña Minjoo a quien llevaba cuidando durante diecinueve largos años.
Al volver a observar con atención el lugar la había perdido de vista, por lo que miró alarmado por todos lados, a punto de chasquear sus dedos para marcharse sintió una mano tocando sus hombro, sintió su cuerpo tensarse y miró lentamente a la persona que se encontraba detrás.
Minjoo lo miraba con mucha seriedad pero noto un pequeño moretón en su ojo que había sido tapado con algo de maquillaje y por unos lentes de sol, Jeonghan se había alarmado un poco pero intentó mantenerse sereno en presencia de la chica.
—te he visto todos estos años observándome, no pensé que me llegarías a perder de vista. — exclamó la castaña un poco frustrada y afirmando su agarré en el hombro del chico— ¿me dirás quién eres?
—soy Jeonghan y soy el ángel que esta encargado de cuidarte, pero al parecen no he cumplido muy bien mi misión.
Se soltó de aquel agarre y subió los lentes de sol de la contraria para observar con el ceño fruncido su piel morada rodeando su ojo izquierdo, levantándose un poco brusco haciendo que Minjoo se asustara un poco.
—¿por qué serías un ángel?, solo eres un acosad...— gruñó un poco molesta pero al ver como el chico chasqueaba su dedo, rápidamente apareció en su propia casa y el ángel la dejaba frente a su propio espejo.
El más alto pasó su mano en su ojo izquierdo por unos minutos y luego al sacarla vio que aquella enorme marcha morada había desaparecido, por lo que volteó a verlo completamente impresiona, se alejó bruscamente de él y pellizcó su propio brazo, soltando un pequeño quejido y jeonghan ladeó un poco su cabeza al verla autolastimarse por lo que afirmó sus muñecas con suavidad mientras que lo miraba asustada.
—¿por qué no apareciste cuando más te necesitaba?—pregunto rápidamente mientras una pequeña lágrima salía y la cual fue secada rápidamente por el mayor —¿sabes lo mucho que sufrí con la persona que pensé que sería el amor de mi vida?
Jeonghan apretó sus labios y abrazó suavemente a Minjoo, dejándole un pequeño beso en su cabeza para así intentar tranquilizarla, ya que así veía como los humanos adultos tranquilizaba a los más pequeños.
—Los ángeles tenemos prohibido tener contacto con humanos pero entablé una conversación contigo cuando pequeña— carraspeó por unos momentos— incluso me consideraste tu amigo imaginario, pero fui regañado por mis superiores, por lo que he estado cuidándote todos estos años y no me permitían hablarte, créeme que si hubiera tenido la oportunidad de tenerte de cerca no lo pensaría dos veces.
Ella soltó un enorme sollozo mientras se aferraba cada vez más al ángel y este sentía algo que nunca había detectado en sus años en la tierra, Jeonghan estaba descubriendo un sentimiento llamado amor y se había sentido tan bien consigo mismo que esta vez no pensaba dejarla sola otra vez, ya no le importaba ser desterrado como su hermano Lucifer; solo le importaba el cuidado de Minjoo y solo ella.
