9.

11 0 0
                                    

Por fin Charlie había salido del hospital, su mano estaba entrelazada fuertemente con la de Julian, mientras que la otra mano llevaba a Annie. El chico quería regresar a su departamento pero la insistencia de sus padres por cuidarlo, termino cediendo en ir a casa, así que se instalo en su vieja habitación, al menos por un par de días más.

Su pequeña hermanita nunca lo dejaba solo, entraba en su habitación y se recargaba en su regazo con la intención de mimarlo, aunque su hermano terminaba por leerle cuentos; por otro lado Lily pasaba horas charlando con el, tan solo para la chica, él era su mejor amigo, el único que no paso a ver que tal iba, era su hermano Rayan, lo que provoco la molestia de su madre, que cada vez perdía mas los estribos con él.

21 de Noviembre

Creo que después de todo, estar enfermo tiene sus ventajas; extrañaba demasiado a mis hermanas, me encanta contarle cuentos a Annie, y Lily...charlar con ella es lo mejor, pero aun así me preocupa demasiado Rayan. No lo he visto en varios días, supongo que debo de ser paciente para que recapacite y vuelva a ser el chico que era antes.

Después de aquel percance de salud que había sufrido Charlie, regreso a su rutina normal, aunque le encantaba estar en casa con su familia prefería su departamento, pero en especial extrañaba a Julian. Regreso a la escuela, visito un par de veces a Joanne que, todavía seguía algo dolida por la partida de su padre, solo su vida casi normal, bueno considerando que odiaba tomar demasiadas pastillas.

Estaban a finales del mes, se acercaba Diciembre y las fiestas navideñas, y aunque seguía tomando el medicamento no podía evitar sentirse mal, los dolores de cabeza se in testificaban demasiado. Apenas había hojeado un par de libros, pero desde aquella vez que recibió la noticia, no tenía la menor información de lo que verdaderamente tenía. Encendió su computadora y busco en el navegador. Miles de páginas respecto al tema, términos médicos que no lograba entender del todo, pero en todas esas palabras algo llamo su atención. Leyó con demasiado interés, su rostro se contrajo en una mueca; y después algo desconcertado apago la computadora.

30 de Noviembre

No se porque termine haciéndole caso a Frank, la mayoría de los libros hablan sobre superación, de depresión, lo único que causaron fue un interés en mi por averiguar con exactitud lo que me pasa. Termine entrando a Internet y ahora se que, mediante avance la enfermedad quizás pierda mis recuerdos, mi memoria. ¡Maldición! Dejaré de ser yo mismo en algún maldito punto de mi estúpida existencia.

Sentía demasiado coraje, de nuevo comenzaba a odiar a todo el mundo, odiar a Dios, odiar a la vida. Lo único que se le ocurría en esos momentos era escapar, irse lejos. Una gruesa lágrima cayo sobre la hoja en donde se encontraba escribiendo, otra vez sentía aquel vacío.

Alguien aporreaba la puerta con demasiada fuerza, con algo de pesar abrió la puerta, encontrándose una vez mas con la cara de Joanne pero esta vez molesta. Se hizo a un lado dejándola pasar, no tenía la menor idea de lo que quería en esos momentos.

-Se puede saber ¿qué rayos te sucede?- pregunto

-¿A que te refieres?- pregunto Charlie tranquilamente

-Julian no te ha visto en varios días, has evadido mis llamadas- exclamó- ni siquiera Mark sabe algo de ti

-No pasa nada

-Has estado muy raro desde que saliste del hospital- mencionó

"Se sumió en sus recuerdos, después de haber leído aquella información salió hacia el hospital para hablar con Frank, necesitaba las respuestas necesarias para poder entender todo.

La muerte susurradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora