A la librería

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La misión fue en el país del Sonido. Estaba presupuestado que llevaría 3 días, sin embargo recién al sexto día Tenzo volvió a su hogar. Sin ninguna herida de cuidado, llegó directo a la ducha. Los moretones y signos de pelea demorarían al menos dos semanas en desaparecer, pero estaba acostumbrado. Le gustaba llevarlos, era el recordatorio de su mortalidad.

Se puso ropa limpia y sacudió su cama quitándole el polvo. Ya acostado en la oscuridad y silencio, la imagen de Iruka volvió como aguijón a su cabeza "Me pregunto cómo estará, habíamos quedado para el domingo, espero que llegue puntual, tengo que sacarle toda la información necesaria, y no tirarme otro pedo" Fue suficiente con ese recuerdo para comenzar a sentir un leve ardor en su estómago "Basta por hoy" se dijo a si mismo antes de girarse para dormir.

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Habían dicho a las 5 del domingo, en el mismo sitio donde se habían separado la última vez. Iruka yacía en una banca a la sombra, tomando una siesta sin que nadie lo notase. Esta vez él había llegado primero.

Tenzo llego a las cinco en punto y no demoró en encontrarse con Iruka, lo despertó suavemente mientras recordaba las bromas que hacían en el ANBU a quienes se quedaban dormidos.

- Iruka, ya he llegado- Decía mientras jalaba de su hombro, no pudo evitar ver unas marcas rojas en su cuello. "Será que ha estado entrenando" pensó.

- ¿Por qué debes llegar siempre tan puntual? – Pregunto Iruka abriendo lentamente sus ojos, mirando fijo a Tenzo.

- La puntualidad es signo de respeto.

- El dejar dormir igual.

- No en una banca pública- respondió notando las grandes ojeras de Iruka - Vamos Iruka, he tenido misiones donde no he dormido más de tres horas y aun así logro mostrarme decente.

- Si puede ser, tienes razón.- menciono mientras se inclinaba- Supongo que vienes "recargado" para nuestra salida- Iruka hacia un gesto gracioso haciendo referencia al incidente de Tenzo la última vez.

- Ya no me hagas recordarlo- Respondió Tenzo con dejo de vergüenza

-Dicen que los pedos son el sonido del alma, al menos sabemos que tienes una- concluyó Iruka entre risas.

A Tenzo se le escapó una leve risita nerviosa. Esperó a que Iruka dejará de reír para continuar la conversación.

- ¿Que le apetece hacer hoy?- Preguntó

- Tengo un panorama preparado, vamos hacia allá- Dijo Iruka apuntando el camino y comenzando a andar- Pensé mucho en nuestra conversación, y decidí que es tiempo que averigüemos tus intereses, no puede ser que andes así por la vida.

Amigos por obligación [Kakairu] [YamaIru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora