PROMISE||ROMANOGERS

CAPÍTULO II

||Steve||

A lo largo de la vida he aprendido algo. Salvar a las personas es lo único que me importa.

Desde que tengo memoria había intentado enlistarme en el ejército para poder proteger a mi familia de los Nazis. Mis padres, Sara y Joseph Rogers murieron hace cinco años y desde entonces solo tengo a una persona importante. James Buchanan Barnes.

Él me ha salvado varias veces de los problemas cotidianos en los que me involucró por proteger a las personas. Hace ya varios años intentó enlistarse en el ejército pero al final hubo algo que lo detuvo y hace tan solo un año se casó.

Hace ocho meses Erikstein me enlistó y tras varios meses de entrenamiento decidió que yo era el indicado para completar el programa Capitán América. Desde entonces he desmantelado bases enemigas a lo largo de todo el mundo con la ayuda de una buena amiga. Peggy Carter.

Cuando todo empezó comencé a llevarme bien con ella y en su momento ella me preguntó porque siempre dibujaba unos ojos verdes en mi libreta.

Nunca supe a ciencia cierta porque los dibujaba. Solo recordaba a esa persona de nombre Natasha. Los años pasaron y de vez en cuando tenía sueños jugando con ella pero eran efímeros.

Howard Stark es un gran amigo. Siempre me ha apoyado para lograr mis metas y fue el único que creyó en mí cuando quise rescatar a los aliados.

El día de hoy el plan era encontrar la base final de Cráneo Rojo y ponerle fin a su plan maestro. Pero las cosas no salieron según lo planeado. Ahora mismo me encuentro en la nave de Smith buscando una forma de aterrizar la nave. Ahora con el poder de un ejército el de decidió crear bombas que contienen un extraño elemento capaz de matar a muchas personas.

- Steve, aún podemos encontrar una alternativa- me dice Peggy cuando le digo que voy a aterrizar en el hielo.

- No Peggy, es mi deber. Una vida no debería interponerse con la de tantas personas.

- Pero lo hace.

- Gracias por haber sido tan buena amiga en todos estos meses. Despídeme de James por favor.

- No Steve tú no...-

Es lo último que escucho antes de que todo se ponga negro.

———— Promise || Romanogers ——

Abro los ojos y veo el techo de un apartamento. A lo lejos suena un partido de béisbol.

- Buenas días señor Rogers- veo a una pelirroja que no conozco.

- ¿Quién es usted?¿Qué hago aquí?

- Señor cálmese por favor.

La ignoro y salgo por la puerta en cuanto unos señores entran dejándolos noqueados.

Alerta a todos los agentes en el edificio. El Capitán Rogers se dirije a la salida. Nadie lo deje salir.

Se oye pero yo sigo corriendo. Salgo a la calle y es algo completamente nuevo. Edificios muy altos y espectaculares con luz por todos lados. Veo cómo se estacionan varias camionetas enfrente de mí cerrándome el paso.

- Capitán Rogers- veo a un hombre de tez oscura y un parche frente a mí- No tema. Somos los buenos. Este es el mundo actual.

- ¿Mundo actual?

- Usted estuvo dormido por 70 años.

Intento procesar esa información y recuerdo que tenía que encontrar a la pelirroja que recuerdo.

- ¿Está todo bien?

- Si- digo haciendo una pausa- Tenía una cita.

- Creí que era una promesa.

Volteo y la veo parada frente a mi. Me mira con esos ojos verdes hermosos con curiosidad. Trae un pantalón negro pegado, playera blanca y chamarra negra.

- Natasha...-

- ¿Steve?

- Lo siento- nos interrumpe el señor que llegó antes- ¿me estoy perdiendo de algo?. Cómo puede usted-dice señalándome a mí- conocerla a ella. 

- No importa Fury, dale un descanso.

El hombre voltea a ver a la mujer y asiente no muy convencido. Ellos me indican que suba a una camioneta. Subo a lado de la pelirroja pero guardamos silencio.

- Entonces- empieza ella- ¿tú me conoces?

- Solo te he visto en sueños.- admito en voz baja.

- Curioso, a mí me pasa lo mismo- dice viendo por la ventana.- Supongo que es raro ver el mundo tan cambiado.

- Si, bastante.

- Clinton- le dice ella al joven que va manejando- Llévanos a esta dirección- le pasa un papel.

- ¿Segura Nat?- me dan un poco de celos cuando oigo la forma en la que le habla pero recuerdo haberlo visto alguna vez.- De acuerdo. Confío en ti.

Él nos lleva por un sendero cerca de un parque. Veo casas chicas pero bonitas. La única diferencia es que son de arquitectura distinta a la de antes.

- Ven conmigo- dice y bajamos los dos del coche.

- ¿Bucky vive aquí?

La pregunta parece tomarla desprevenida pues su cara se descompone un poco.

- Steve, veme a los ojos- eso hago- Él murió hace 10 años debido a un problema de salud.

La noticia me cae como balde de agua fría.

- Debí haber estado con él, debí haber sido su héroe.

- Steve, no eras su héroe por haberlo salvado o no. Desde un inicio y tu lo sabes, eres un héroe por esto- dice y toca mi pecho a la altura del corazón.- Es por eso que estamos aquí- dice alejándose.

Caminamos hasta la entrada y al tocar nos abre una enfermera.

- Está arriba, síganme.

Subimos las escaleras y cuando ella abre la puerta la veo en la cama. Con todo y que parece mayor sigue siendo ella. Mi mejor amiga, mi confidente, Peggy.

- Steve- dice con alegría en su voz- has vuelto.

Yo me acerco a la silla que está a su lado y tomo su mano al sentarme.

- He vuelto.

- Ven Nat- dice volteando a ver a la mujer detrás de mí- lo trajiste.

- Yo siempre cumplo mi palabra.

Platicamos un rato acerca de viejas anécdotas y en un momento de la plática Natasha sale de la habitación.

- Lamentó que no tuvieras la vida que merecías- me dice y empieza a toser.

- Steve has vuelto- dice de nuevo y la veo con nostalgia pues sé que eso significa que tiene Alzheimer.

- Si Peggy y no me volveré a ir.

Me cuenta que 8 años después de mi desaparición se casó con un militar pero que no le fue posible tener hijos por lo que quiere como a una hija a Sharon Carter, su sobrina. Finalmente prometo volver y cuando bajo las escaleras no encuentro a Natasha por ningún lado.

- Está en el coche Capitán. Un gusto conocerlo. Soy Sharon Carter.

- Steve Rogers.

Salgo de la casa con una sonrisa y me subo a la camioneta donde encuentro Natasha sentada en el asiento del copiloto.

No me vuelve a dirigir la palabra en todo el camino.