Distintas Caras de la Misma Moneda

¿Inocencia de Ángel o Demonio Oscuro?

Era un buen plan para escapar, quizás ellos podrían sacarlo de allí, pero tener que quedarse en lo de los Weasley, o en lo de los Potter.... no gracias, aunque ¿y si podía ir a lo de Malfoy?, podría decirle que lo dejaran en Malfoy Manor, no, definitivamente no sería posible y mucho menos si le pedía a los Weasley o Potter que le prestaran una lechuza para mandarle a Draco un mensaje, pero ¿qué hacer? ¿Quedarse encerrado esperando a que llegaran las demás y descubrieran lo que había hecho Alexandra y lo sacaran de ahí (aunque no sabía cuándo volverían) o aceptar la ayuda de Potter y Weasley para escapar y pasar lo que restara de sus vacaciones con ellos? Esta decisión era muy difícil ¿Qué hacer?

Unos cinco minutos después tomo una decisión ¡Al Demonio con Potter! El mismo se las arreglaría para salir de ahí, miro una vez más a los cuatro pelirrojos, y sonrió internamente al saber la respuesta que les daría seguramente desilusionaría a Potter y enojaría a Weasley

—Lo siento pero mi respuesta sigue siendo negativa, no iré con ustedes, asique pueden irse si lo desean— contesto con tranquilidad

—Pe-Pero si te quedas aquí terminaras muriendo, ¡mira cómo te tienen! — exclamo Potter con horror

—Como me traten o me dejen de tratar no es tu problema, es el mío, y así como es mi problema yo solo me encargare de arreglarlo—declaro dándose la vuelta con los brazos cruzados, descansando sobre su pecho

— Como quieras, espero que te mueras— escucho decir a Ronald Weasley

Lo único que escucho fue el motor del auto alejarse, hasta que dejo de escucharlo, se dio la vuelta y miro por la ventana el cielo estrellado, esperaba haber tomado una buena decisión, ahora era momento de ver que haría
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Dos días pasaron desde que los Weasley y Potter vinieran tratando de sacarlo de allí, todavía no había podido salir, estaba encerrado en su cuarto, tumbado en la cama mirando el techo, y sus colores, pensando en las cosas que pasaron en su vida, encerrado en ese lugar, pensando en las palabras de Dobby, pensando en su hipótesis, pensando en... ¡Estaba harto de pensar! Si seguía así iba a enloquecer ¡Al carajo con todo! Se dijo mentalmente, se levantó de la cama y comenzó a buscar cualquier cosa que le sirviera para poder salir de ahí, sin la necesidad de usar la magia

Encontró una hebilla invisible debajo de su cama y sonrió, lo había encontrado, con mucho sigilo se acercó a la puerta y apoyo su oreja en esta, no escucho nada del otro lado, asique supuso que Alexandra estaba en su cuarto o en la planta baja, o quizás había salido, como sea tenía que aprovechar mientras que no estaba, con la hebilla en mano la coloco en la cerradura y en menos de cinco minutos escucho un Clic y cuando agarro la manija de la puerta e intento abrirla funciono, la puerta se abrió ¡Por fin! ¡Era libre!, rápidamente salió de su cuarto y comenzó a caminar en dirección a el cuarto de Alex, al llegar frente a esta, abrió la puerta con cuidado, la encontró durmiendo plácidamente en su cama, entro sigilosamente y la observo se veía tan tranquila, que mal que no estaría así durante mucho tiempo

Salió del cuarto y corrió al suyo, entro y busco una cuerda resistente, sus guantes de látex y un gorro de látex, había comprado aquello, para una ocasión especial, y valla que esta lo seria, salió de su cuarto y fue al de Alex, una vez que llego se puso sus guantes, no tenía que dejar huellas, se puso el gorro con cuidado de que no callera ni un solo de sus mechones de cabello, lo más pequeño de él, podía dejar evidencia, y eso no podía pasar, no quería que lo atraparan, una vez que termino agarro la cuerda y se acercó a la mujer, trato de levantarla pero ella se despertó

— ¿¡Que haces!? ¿¡Como saliste!? —le pregunto alarmada

—Querida, querida Alex ¿enserio creíste que podrías mantenerme encerrado durante mucho tiempo?, que mujer tan ingenua— decía Harry con una sonrisa inocente, como quien no planea un asesinato