7. 🌨️

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Alec se encontraba abrazando a Izzy con fuerza, gracias, le susurraba a su hermana. Él le estaba dando las gracias a Izzy por apoyarlo en cuanto al dinero y además por conseguir ver una vez más a Magnus en privado. Solo ellos dos y nadie más.

Pero antes de ir a casa de Magnus leyó un artículo que hablaba sobre el actor, no eran noticias buenas... o tal vez para Alec eran buenas, pero para Magnus no lo eran, y es que aquel artículo decía que Magnus había sufrido una infidelidad por parte de su esposa Camille.

Alec de inmediato supo que tenía que ir a hablar con Magnus sobre eso, y si podía hacer algo para que él no se sintiera mal.

Por otro, lado la noche anterior, Magnus había estado esperando a Camille con una cena, pues era su aniversario. Pero Camille tardó mucho en llegar a casa, y cuando llegó tenía los ojos llenos de lágrimas.

Magnus de inmediato la envolvió en sus brazos y ella se aferró a él.

- Perdóname, perdóname, Magnus, de verdad lo siento muchísimo. - acarició su pelo.

- Shh, tranquila. Dime qué ocurre, cariño.

Camille se separó de él y lo miró aún con lágrimas rodando por sus mejillas.

- No sé cómo decirlo. Yo... - sollozó. - yo te amo Magnus, te amo como a nadie. - Magnus se preocupó aún más.

- Camille, ¿Qué pasa? - ella lo miró a los ojos y los cerró con fuerza.

- Es que yo... - sus manos se aferraron aún más a Magnus.

- Sólo dilo. - negó.

- No es fácil Magnus, pero yo... yo, quiero a alguien más. - él no entendía nada. - Te amo con mi alma, pero no de la forma en la que lo quiero a él. Me gusta alguien más y yo, yo ... - lloró aún más fuerte.

- Está bien, tranquila.

- Te juro que no te he sido infiel, no lo he besado, lo máximo que hemos hecho es abrazarnos y tomarnos de la mano, porque yo te respeto, Magnus y es por eso que te digo ésto. Te amo, pero no como antes.

El corazón de Magnus latió con rapidez, un pequeño casi invisible dolor se instaló en su pecho.

- Yo también te amo y te agradezco que hayas confiado en mí para decírmelo antes de enterarme por alguien más. - Camille se removió en sus brazos.

- ¿No me odias? - miró sus ojos tristes.

- Claro que no, Cami, es por eso que te amo, por tu honestidad.

-  Y ahora creo que será noticia dado que unos reporteros me vieron de la mano con él. Yo lamento muchísimo esto y yo sé que hoy es nuestro aniversario, pero tenía que decírtelo.

- No te preocupes por eso, estaremos bien, cariño. Y ahora supongo que quieres el divorcio.

- ¿Tú lo quieres? - preguntó Camille y Magnus sonrió.

- No se trata de mí, Camí, tú eres la que siente cosas por otra persona.

- Yo sé, pero...

- Yo te dejaré libre si eso es lo que quieres, pero eso no significa que no puedas acudir a mí cuando lo necesites, yo siempre estaré a tu lado aunque no sea tu esposo. - Camille jadeó.

- Oh, dios. Magnus eres un ángel. Te adoro como no tienes idea. - ella apretó su abrazo. - creo que yo iré a buscar el juez y todo lo demás, tú solo firmaras, yo haré todo lo demás. Oh, Magnus te mereces el cielo, de verdad espero que algún día encuentres a alguien que te ame perdidamente como yo no pude hacerlo. - Magnus sonrió cuando por su mente pasó la imagen de unos ojos azules.

- Tal vez lo encuentre pronto.




Alec tocó la puerta con los nervios a flote. No sabía que le iba a decir al actor y más con la situación de la infidelidad de su esposa.

Se sorprendió cuando Magnus fue quien abrió aquella puerta, su corazón se aceleró y comenzó a balbucear cosas. Magnus sonrió.

- Pasa, Alexander. - se hizo a un lado para dejar pasar al ojiazul.

- Gracias. - susurró.

- Espera un momento aquí, ya vuelvo.

Alec se sentó en el gran sofá de la sala de estar. Estaba mordiendo su labio cuando una hermosa mujer salió por una puerta. Casi se paraliza cuando se dió cuenta de que esa hermosa mujer era Camille, la esposa - o ex - del actor.

- Oh, hola. - su melosa voz habló.

- Hola. - a penas dijo y es que Alec no sabía cómo habían pasado las cosas entre ellos, porque a decir verdad ni Camille ni Magnus parecían tristes o enojados.

- ¡Magnus ya me voy! - gritó antes de ver a Alec y sonreír.

- ¡Ve con cuidado, nos vemos después, cielo! - la voz de Magnus le contestó de regreso desde algún lugar de la casa.

- Hasta luego chico bonito. - se despidió de Alec regalandole un abrazo antes de salir con pasos apresurados por la puerta.

Alec no entendía nada y esperaba a que Magnus le dijera como estuvieron las cosas, y es que él esperaba ver a un Magnus triste o confundido y en su lugar recibió un abrazo de una alegre Camille y a un Magnus actuando normal. Raro. Pensó.

Después de un par de minutos Magnus ya estaba situado en frente de Alec.

- Yo... uh, ¿Cómo lo llevas? - Alec quería golpearse a sí mismo por esa pregunta tan idiota.

Magnus suspiró y tomó las manos de Alec entre las suyas, el corazón de Alec saltó de emoción, era tan patético como una simple acción podía quitarle el aliento y hacer su corazón estremecer, o eso era lo que él pensaba.

- Supongo que ya se corrió la noticia, ¿Eh?

- No, bueno sí, pero yo no quería...

- Calma, está bien. Te contaré cómo sucedieron las cosas.

- Maggs, de verdad no es necesario.

Maggs. Un cosquilleo se instaló en el estómago de Magnus, y es que escuchar a Alec decir su nombre de esa manera, era algo tierno, lindo y único.

- Camille no me fue infiel hasta cierto punto. Ella me confesó por la noche que había alguien más, que ella quería a alguien más de la forma en la que me llegó a querer antes. Dijo que no lo había besado, que lo más lejos que llegaron fue a tomarse de las manos y unos cuantos abrazos. Alexander ella fue sincera conmigo y yo admiró eso. Nos vamos a divorciar para que ella pueda ser feliz, pero no me siento molesto con ella porque tuvo el valor de decirme las cosas antes de que algo más ocurriera. Es por eso no le tengo ningún rencor. Ella es una persona demasiado especial para mí y si ella me necesita yo la seguiré apoyando, porque la amo, Alexander, pero la amo como si ella fuera mi hermana, es mi mejor amiga y no sabes lo mucho que la respeto y admiro.

Alec trataba de procesar toda la información que el actor le había dado. Se iba a divorciar. Y lo mejor era que ellos no iban a ser esos típicos esposos que se divorcian y se tienen rencor, odio, repulsión y demás cosas. No, ellos no eran así, y en ese momento Alec se dió cuenta de cuán especiales eran Camille y Magnus. Eran diferentes y eso le gustó.


...





Camille no es mala, pequeñas. 😊🤷
Y bueno ya está Onyx que es la segunda parte de la saga Lux. ♥️ Para que si aún no la han leído, los invito a que pasen. Y además está historia se publicará los Martes y Jueves porque ya la vamos a terminar. 😭


Nos leemos después, galletitas. 💕

Un sueño. (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora