Manual para Alfas desesperados. - [ Jinkook ]

O5

Afortunadamente Jungkook había logrado tomar a Liu antes de que su esposo colapsara y con ayuda de Woohyung, Jin había podido evitar una fea caída. Medio inconsciente podía sentir el olor del alcohol en su nariz y escuchaba el llanto de sus bebés, no sabía que estaba pasando pero veía pajaritos volando alrededor de su cabeza, intentaba con todas sus fuerzas volver en sí pero por su mente solo pasaban aquellos hermosos momentos alado de su esposo, conocerlo aquella vez en la nieve, el día que se comprometieron, su boca, cuando se entero que estaba embarazado por primera vez, sostener a los gemelos entre sus brazos, a su hija llorando al momento de nacer y lo pequeña y frágil que era y ahora, esperando tres bebés más. Abrió los ojos de golpe, asustado tratando de levantarse. 

  — No, no, no. Tranquilo, no te levantes o te hará daño. — A su alrededor había dos doctores más. —  Ha sido por la impresión pero estará bien. — Jin suspiro con fuerza, sin embargo cayo en cuenta del llanto de sus tres cachorros, levanto un poco la cabeza para ver que pasaba. Jungkook estaba de cuclillas frente a los tres que lloraba en pequeños sollozos, limpiando sus caritas con las mangas de sus playeras. 

  — Papi está bien, pequeños, no lloren más. Miren, papi ya despertó. — Señalo el Omega al mayor para que los niños dejaran de estar preocupados.  

  — Lo siento mucho, mi amor, no quise asustarlos. — Se dirigió a su esposo  aún algo mareado  confundido. Ahora estaba en una camilla muy baja que estaba casi al ras del suelo, aprovechando esto estiro sus fuertes brazos hacía sus cachorros quienes corrieron a abrazar a su padre, el Alfa los lleno de besos y se aferro a ellos. Jungkook se agacho frente a su familia, puso una mano sobre la frente de su esposo quitando los mechones de cabello que cubrían sus ojos. — Vamos  a tener tres bebés más. —Su esposo asintió.— Ufff. —Suspiro con fuerza. No tenía ni idea de como había pasado eso, pero si lo veía desde un buen angulo era bastante cómico, todo este rato se había vuelto de película. 

  Después de algunas horas revisando a ambos lobos les permitieron salir del hospital, dándole el día libre al alfa, aunque Jin pensaba que quizás lo mejor sería quedarse para conseguir puntos para el puesto, Woohyun por supuesto que no se lo permitió y lo mando a casa a descansar lo que restaba del día y el siguiente. Todos volvieron a casa y claro que llevaban consigo las pastillas y vitaminas para el Omega, quien tendría que cuidarse mucho pues los embarazos de múltiples cachorros eran más difíciles de sobrellevar, suerte la suya, pensaba él, era tener como esposo a un doctor. 

  — La comida ya está lista.— Dijo el Omega alzando la voz para todos en el departamento pudieran escucharlo.  Los gemelos entraron corriendo al comedor, reían y se perseguían uno al otro, Jungkook los observaba al mismo tiempo que servía el caldo de pollo en los platos hondos. — Vamos a sentarnos ya, bebitos. — Su papá tenía dos sillas designadas para ellos, como aún eran algo pequeños estás tenían cómodos cojines de color violeta para estuvieran a una altura adecuada de la mesa y comer fuera más fácil, después de todo estaba creciendo y sería demasiado hacer que siguieran sentadose en sus sillitas altas, en el caso de su hija Liu era lo contrario, ella podía hacerlo, también entro caminando dando pasitos torpes y quien la seguía era el Alfa de la manada, tenía todavía la cara pálida y las mejillas hundidas de la impresión.

  — Huele muy rico.— Le dijo a su esposo con un pequeña sonrisa, era casi doloroso verlo así. Jin no podía dejar de pensar en todos sus cachorros y lo mucho que le gustaría darles una buena vida, sin preocupaciones ni nada. 

Todos sentados frente a la mesa comenzaron a comer, llevando las verduras y el pollo bañado a sus bocas, definitivamente no había mejor comida que la que cocinaba Jungkook, aunque en realidad él había aprendido todo lo que sabía sobre cocinar gracias a su esposo quien si era un maestro en el arte de la cocina, pero quien, por su trabajo hacía tiempo no podía hacerlo.