Hasta el Universo (Jimin y Tú)

Capítulo 4

(...)

Sábado veintidós de octubre. Once en punto de la mañana.

El dulce placer de dormir más, era tentador, pero sabía que era de mañana y que era hora de despertar. Cuando la conciencia finalmente entro en mi mente, no pude invitar sentir un fuerte dolor de cabeza en la sien antes de finalmente decidir despertarme por completo. Recordé claramente que estaba con Ji en su casa, después bebía, luego... El resto de los recuerdos de la noche anterior son corriendo en la calle y después sintiendo lujuria en todo mi cuerpo; recordé que Ji y yo compartimos la misma cama anoche. La idea me sacudió sin piedad.

Me senté en la cama y me sorprendí al verme usando un nuevo conjunto de ropa que nisiquiera recordaba haberme puesto. Después de esto, divisé mis ojos de inmediato hacia la cama... Que estaba vacía...

Mire el reloj sobre una mesita de noche y me di cuenta que era casi hora del almuerzo – Es muy tarde... Mi madre debe estar extrañada porque no he salido de la habitación – Pensé y decidí salir fuera de la habitación que se suponía es de Ji.

– ¡OYE! – me asusté y di un pequeño salto en mi lugar, era la voz de Ji qué provenía de detrás de una puerta que comunicaba la sala con la cocina.

– ¿Tú... Tienes algo que decirme? – pregunte sería.

– Hmmmm... No...–.

Claramente, algo inusual debió haber sucedido anoche, y definitivamente debía recordar qué.

– Asf, por dios no recuerdo que pasó anoche – sabía que estar preguntando me podía llevar a una respuesta no deseada, pero pregunté de todos modos. Sólo tenía que saber que había pasado anoche.

– Hmmm... – Ji pensó por un momento – Solo bebimos y casi tenemos sexo, pero no – explicó sentándose del otro lado de la mesa.

– ¿CASI TENEMOS SEXO? – me encontraba muy enfadada – ¡AISH! ¡JI! ¡Tú, realmente eres una verdadera basura! ¡Nisiquiera se porque no me fui a mi casa! – grite groseramente, me fui con pasos rápidos y un enorme puchero, lo que dejó a Ji desorientado y completamente aturdido.

– ¿Ehh? – pregunto a nadie en particular.

– ¡YA!. Detente hay – Ji me grito – Te repito que no tuvimos SEXO – alzó la voz en la palabra.

– ¿Es enserio? – regresé y pregunté aún molesta.

– Es enserio T/N – se acercó a mí.

– ¿Nada de nada? – lo miré a los ojos.

– Nada de nada – me sonrió, iba a resibir un abrazo de su parte, pero estaba sin camisa y lo alejé, salí fuera de la cocina y me senté en un sofá.

Se sintió un poco mejor su aclaración, pero el miedo aún eludía mi mente.

Con pasos firmes Ji camino directamente desde la cocina hacia la sala, específicamente donde yo estaba. Me levanté. El sin pensar y sin decir una palabra, me agarró por la cintura con su brazo izquierdo y me sostuvo la mandíbula con la mano derecha. Finalmente, en un movimiento rápido, el chico controlador obtuvo una expresión sorprendida de mi rostro cuando finalmente colocó sus labios sobre los míos.

El almuerzo estuvo delicioso, comimos una variedad de comida tailandesa que tenía Ji en la heladera, ya que no sabía cocinar y no me dejó hacerlo. En medio de mi plato escribió “Feliz Día Preciosa” con salsa de verduras y eso fue más que maravilloso.

Después del almuerzo Ji se ofreció a llevarme, en el camino iba recordando que a mis padres nunca le había interesado mi cumpleaños, así que entristecí ya que siempre quise una fiesta o algo lindo.