Hasta el Universo (Jimin y Tú)

Capítulo 6

(…)

El resto del día mi cabeza iba de pensar en mis padres a que mañana me mudaria sin su permiso, de eso a todo lo que descubrire en mi nueva vida... Quisiera saber que nuevas sorpresas vienen después de mañana.

Parece en algunos momentos que nada de lo que me está pasando es por casualidad. Fuera cierto o no, sentía entre todo una fuerte alegría y agradecimiento hacia Ji. Había sido un año particularmente aburrido, hasta algunos días: conocí a Ji, fui actriz principal de lo que se puede llamar para mi una pelea, hize un grupo de nuevos amigos... Es bastante, según lo que me parece sé que va a ver más.

– ¡T/N! – escuché desde lejos que gritaban mi nombre.

– ¡Oye T/N despierta! – otra voz me llamaba.

– ¿Ah? – desperté de un brinco.

– ¡T/N! – abrieron la puerta y logré ver a alguien – Hmm, ya despertaste – dijo el tío SeokHi con una voz más baja.

– ¿Sí? – pregunté sentada en la cama con los ojos cerrados.

– Cámbiate de ropa, te estamos esperando abajo para irnos – explico – ¡T/N rápido! – elevó su voz al notar que no me movía.

– Si. Ya. Voy. Tío – caminaba tocando todo para no caer ya que iba con mis ojos cerrados.

Nos encontramos sentados en el sillón descansando después de haber ordenado las cosas que trajimos a mi nueva casa. Más tarde llegaron los chicos con la idea de organizar una fiesta entre nosotros...

– ¡Si hagámoslo! – sone mis dedos al dar la respuesta.

De inmediato se movilizaron para los preparativos: música, luces y la comida.

Fue una noche diferente y nos divertimos bastante. No había compartido tantas historias con los chicos, ahora hace las cosas más sencillas y somos más amigos.

Todos bailaban conmigo menos Ji el cual estaba con una cara de mal humor. Saltavamos de aquí para allá cuando la música era movida o estamos tranquilos cuando era lenta. Por momentos no queda nadie en la improvisada pista de baile en la sala, así que todos se abalanzaron en la comida. Es un buen ambiente donde nadie necesita de alcohol para sentir la alegría, bailar y cantar juntos. En síntesis, bailamos más, nos divertimos más y nos sentimos libres de hacer locuras.

En una de las sentadas de descanso durante la fiesta, tío SeokHi se me acercó.

– Siempre tiene que estar con esa cara – señaló a Ji – Es un amargado – dijo el tío SeokHi.

– Si, tienes razón... Hablaré con el – me levanté del sillón y caminé en su dirección.

– ¿Ahora que? – me hablo de mala gana, no entiendo el porqué de su acción.

– ¿Te gusta la fiesta? – pregunté con una sonrisa.

– Más o Menos. Antes me parecía una buena idea. Ahora quiero que termine – respondió cruzado de brazos.

– ¿Qué no te gusta? – hice que me mirara.

– Nada – me dió la espalda.

– Vamos diviértete – comenté alegré.

– No –.

– ¿Porque no lo intentas?... No tienes nada que perder – hice fuerzas en su hombro para voltearlo, fue inútil.

– ¿Por qué tú no eres como otras?. ¿Por qué simplemente no te retiras cuando te tratan mal? – intenté nuevamente voltearlo – ¡Joder déjame en paz! – se volteó y me empujó, al notar que todos enfurecieron con su acción empezó a salir de la sala.