A mi me gusta él

584 32 6
                                    

- No cameron, entiende que no. - Dije un poco alterada.

La idea de que Cameron tuviese una obsesión conmigo me atormentaba un poco, normalmente somos las chicas las que nos obsesionamos con tipos estúpidos. Solo observen mi ejemplo con el inadaptado de Thompson. Es verdad que... Aguanta, ¿¡Que!?

- Siendo sincero Ginger - Ay por Dios!, ¿Quien carajos pidió la opinión de Cameron? - Somos el uno para el otro. - Vaya, Cameron debería hacer su solicitud para ser comediante.

- Oh, Cameron, Cameron - Mencione sarcástica - Es que acaso no puedes entender que a mi me gusta él. - Dije intentando sonar enigmática.

- ¿Quién es él? - Preguntó

- No te incumbe. - Respondí

- Claro que sí. - Reprochó.

-Adiós Camaroncin de agua. - Me despedí con la mano y salí victoriosa de aquel lugar.

"."

El tiempo es taaaaan aburrido, que deseaba que mi tiempo aquí terminase de una vez por todas. Pero para mi mala suerte, tenía que esperar cinco meses más.

-He llegado Madame. - Inepto Pensé.

- Oh, vaya.. - Fingí estar interesada. - La verdad, no me importa.

- ¿Alguna vez te he dicho que eres el ser más frívolo que pudo pisar este lugar? - Sonreí y patee su entrepierna.

-¿Qué pasa contigo Smith? - Se retorcía lentamente de dolor mientras hacía caras raras.

- Me dijiste frívola, es lo menos que puedes pedir. - Dije, - A menos que quisieras que pusiese hielo en tu amiguito.

- ¡No! - Gritó. - ¡Le haces daño a mi amigo! - Dijo haciendo puchero.

- Ese es el punto, ¡Duh!- Dije obvia.

Dallas se recostó a mi lado y me empezó a decir sus estupideces matutinas, vaya vaya. Me sorprende de pasar a:

"Eres un fresa"

a

"Eres un inepto"

A mi parecer es un gran y absoluto cambio, aunque Dallas me cae mejor que antes, no significa que aún no lo soporte... O sí.

Me gustaría soportarlo un poco más, eso sería más factible a estar discutiendo las veinticuatro horas del día por cualquier tontería. Organice mis pensamientos logrando entender un poco más a Dallas, cuando sentí el sonido de algo cerrándose.

Ah, es solo Dallas poniendo esposas en nuestras muñecas y tirando la llave al sanitario. Lo típico, pensé.

Aguarda un minuto, ¿¡Qué carajos esta haciendo este bruto!?

-¡Por el amor de Dios! - Aclame. -¿Qué crees que estás haciendo? - Trate de sonar tranquila mientras Dallas solo reía para sí mismo.

Al carajo, lo estrangulare.

Sonreí lo más tierno que pude y tomé su cuello como si tratara de acariciarlo. Luego ejercí un poco más de fuerza, y un Dallas morado apareció frente a mi.

- Idiota. - Escupí mirándolo

Y por un mísero momento, sentí un escalofrío recorrer mi espina dorsal, y hacer de mí algo más vulnerable de lo normal. Por primera vez sentí que la mirada de Dallas había hecho efecto en mi cuerpo.

Me quede en un tipo de trance por un largo tiempo mientras intentaba asimilarlo todo.

Dallas.

- Ginger - Llamé intentando que desapareciera de aquel trance.

Polos OpuestosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora