Inferno Above Heaven - Charlotte #3

FESTIVAL DE ENFRENTAMIENTOS PARTE 1

Tomori POV:

Lo vimos partir. Eso fue todo. Los tres que lo habíamos acompañado a la salida del avión nos quedamos frente a las puertas de embargue, sin nada más que nosotros mismos. Nuestra presencia ya no era necesaria, él se había ido a Alemania para conseguir lo que requeríamos.

- ¿Ahora qué? - Preguntó Murray-san.

- Encargarnos de no cagarla - respondí.

- Ah sí, claro, en eso somos expertos - dijo Hernández-san.

- ¿Podrían ponerle, al menos, un poco de ánimo que se haya ido? Son unos aburridos de primera.

Aunque él no estuviese debíamos hacer nuestro mejor esfuerzo. No daba esas palabras para desprestigiar los buenos equipos que teníamos en la escuela sino para tranquilizar a los dos que estaban conmigo. Iba a ser un inicio díficil, esto era muy obvio. Recuerdo aquellos días como si hubiesen sucedido el día anterior. Las paredes del aeropuerto japonés estaban pintadas con anuncios de series y comida como cualquier otro. En los vuelos eran marcadas con los destinos nacionales e internacionales, cambiando y tintineando y parpadenado en pequeñitas lucecitas cuando marcan el tiempo. Daniel Hernández y Jacob Murray se dedicaron a seguirme de cerca como una escolta oculta.

Tarareaba la canción de Trigger' y ahí está toda la historia en cuanto al edificio y nuestro trabajo allí. Él se había ido para Alemania, no necesitabamos más de aquel espacio. Salimos a las calles japonesas plobadas de gente cruzando los andenes con decoro y los intercamios llenos de automovies. Los tres tomamos un taxi hacia a escuela donde se daría inicio al festival deportivo intercolegial. Este festival solo iba a ser contado por la escuela Isono con Kotarou como su supervisor. Claro, decimos "festival deportivo", pero, en realidad, no es así, todos lo clubes participarán. Aquellos que no cuentan con deporte lo harán a través de debates donde solo podremos confiarnos de su capacidad intelectual. Julian-kun se había encargado por él mismo de preparar a varios de estos, como lo era el club de literatura, de ocultismo y ciencia ficción. Yo participaría con el club de ajedrez junto a Haname-san. Era lo que mejor podíamos hacer para apoyar a la causa sin necesidad de levantar las sospechas con las actuaciones nocturnas.

El taxista preguntó a dónde nos dirigiamos, «Hoshinoumi, en Uenohara» contesté con rapidez. Pensaba en cómo irían los preparativos, aun estando en nuestro estado actual la mente de presidenta del consejo estudiantil no podía irse tan fácilmente. Habiendo ejercido este cargo durante ya dos años ha forzado a acostumbrarme a las interacciones con los demás y esperar lo mejor de lo prometido por ellos. Revisé la carta en la mano: el club de arte moderna esperaba la colaboración de Mikaela Sáenz en sus pinturas como supervisora, confiando en que tuviese el tiempo disponible para actuar como es debido. En cuanto a Sáenz-san no hay mucho que mencionar. Desde que Díaz le había dado la noticia de su partida para Alemania se encerró en su habitación sin rechistar un poco para adelantar su trabajo, por un momento recordó a Nakiri, quien nunca sale de su morada y creí por un momento que esa persona estaba muerta. 

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La sala del consejo estudiantil se hallaba vacía como unca antes. Ni un alma a la vista. Observé el asiento de presidente abandonado y me senté en él. Jugueteé un momento con las manos y noté la montaña de papeleo, con un poco de cansancio comencé a tomar cada uno. El primero: el equipo de basquetbol necesitaba miembros y varios habían ido en su ayuda, desde que el capitán de hace dos años de graduó perdieron popularidad y ahora necesitaban ayuda. Reí ligeramente al recordar el rechazo hacia mi novio por parte de ellos, en el mismo tiempo en que las cosas iban tranquilas y varios sucesos no habían pasado. Y así iban pasando gran cantidad de requerimientos, no solo de personal sino de equipamiento para reforzar sus debilidades. Rechazé algunas, acepté otras, todas vistas con la cabeza fría y sin un atisbo de impaciencia.