FELICES LOS INFORTUNADOS

42 0 0
                                    

Sí había algo que aprendí de Mikaela en la Guerra de Clanes era saber como ganarme al enemigo sin necesidad de utilizar la violencia. Debía tener al alcance un buen par de botanas y demasiada seguridad para aprovecharme de algún descuido de información, de hecho, esa fue la manera en que pudimos averiguar el próximo movimiento de Mathew durante la guerra. Ahora bien, el rostro de mis subordinadas al ver a mi propio clon sentado esperando un té verde en el salón de música fue algo espectacular de apreciar.

- ¿Qué es esto, Julian-senpai? - Preguntó Mio

- Me tomará tiempo de explicarlo, por ahora tomaremos un té verde

- ¡Esto se está saliendo de control, ahora hay dos de ellos! - exclamó Ritchan

- "Entendí esa referencia", dice Alex mientras señala a la chica que acaba de hablar

- ¡Por los dioses, entiende las bromas de las precuelas! ¡Es asombroso!

- Eso quiere decir que habrá el doble de dulces... - Yui toma asiento -. ¡Yay!

Las cosas, pese a ser un poco diferentes a lo cual esperaba, parecían ir en perfecto estado. Las chicas tomaron asiento alrededor de mi, sintiendose un poco incomodas con la presencia del clon. Mugi, como siempre manteniendo la compostura de una señorita y la cabeza fría, se dirigió a mi doble con una reverencia y nos dedicó, tanto a él como a mi, las siguientes palabras:

- El té estará listo dentro de poco, pongánse comodos

Un tablero de ajedrez está conformado por sesenta y cuatro cuadros, es el juego perfecto de estrategia y habilidad, en otras palabras, un juego creado para la misma guerra. Hoshinoumi se encontraba en la siguiente situación, dos peones protegiendo al rey desde las primeras casillas sin moverse, mientras que dos alfiles y un caballo lo podrían tener en jaque, estas fichas mencionadas anteriormente se trataban de Shikipara, Isono y Sakura. Nuestra última preocupación, el rey enemigo, los científicos, se mostraban encerrados con su reina, la CMP que habían contrado para la Recuperación. Nuestra ficha más importante, la reina, en este caso Tomori, estaba siendo monitoreada por el segundo caballo enemigo, es decir el Consejo de los Cuatro Pilares, mientras un peón se convertiría en otra, Misaki era esta.

Pensaba en la Guerra de Clanes, en las cicatrices en mi espalda, en el sufrimiento inculcado en esta. Mi estrategia era casi visible para nuestrso enemigos yno podía resguardarme en ningúna parte más que en mi mismo; temía, también, que inminentemente las personas cuya importancia para mi es tanta se vieran involucradas en la misión suicida en la cual nos veíamos. Si pudiese viajar por completo en el tiempo y cambiar infinidad de cosas lo haría, pero no era posible.

- Dime, Alex... - gestulé - ¿Ooarai es lindo en esta época del año?

- "Podría decir lo mismo de Colombia, si estoy bien informado allí se encuentran también arboles de cerezo, ¿no es así?", Pregunta Alex

- Bueno, solo en unas partes de Colombia, por ejemplo en mi ciudad natal, Bucaramanga hay gran variedad, es un poco raro verlos; era una de las cosas por las cuales me gustaba ir al jardín botánico

- ¿Esto es cierto, senpai? - Preguntó Mio -. Es sorprendente

- No es para tanto

- "Creo que mientes, lo dices por otra cosa, ¿verdad?" Dice Alex tratando de hallar un significado

- Quién sabe...

- Es Julian-senpai de quien hablamos, debe ser genial - dijo Ritsu

¿Cuál era la versión correcta de los hechos? Me había mentido a mi mismo desde lo más profundo, el clon parecía percatarse de ello; yo estaba consciente de que aquellos petálos eran recuerdos borrosos de un cielo que nunca existió, ni que llegó en algún momento. Al final todo convergía en este punto, en el mimso salón de música, aquel cuarto astral donde se unian infinidad de cosas patentes, que laten unas entre otras sin necesidad de ser diferente, pues eran una sola. «Siempre me parece que cuando entro en algún sitio soy el más miserable de todos y que todos me toman por un bufón: haré, pues, el bufón, porque todos vosotros, hasta el último, sois más estúpidos y miserables que yo», escribió Fiódor Mijáilovich Dostoievski en su última obra antes de morir un año después; estas, pues, expresan completamente la circunstancias y condiciones dadas durante largo tiempo. Yo era aquel Fiódor Pavlovich Káramazov, y asimismo era Alexei Fiodorovich Káramavoz, era un desgraciado astuto y estúpido con un corazón lleno de vida con la convicción para cambiar en mundo.

Inferno Above Heaven - Charlotte #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora