La jugada perfecta

Max

CAPÍTULO 2º

PDV Aria

—¿Okay? No te iba a pedir nada relacionado con dinero, si es lo que te preocupa, sólo necesito un abrigo y una llamada, prometo luego devolverte el abrigo.

—Ya dije, no tengo cara de querer ayudarte.

—Mira, sólo es un abrigo, si no me lo quieres prestar, bien, pero al menos dejame poder hacer una llamada

—Mira hermosa, si quieres te puedes venir conmigo, follamos y luego te llevo a tu casa.

—Eres genial, mira imbécil, si no...

—¿Señorita?— volteo a ver, quedo viendo al joven de traje— Soy su chófer, vengo para llevarla a casa.

—Te decidiste a aparecer— digo sarcástica y un poco enojada— Lleva mi equipaje— toma lo dicho y se va, lo sigo pero toman de mi muñeca haciendo que gire bruscamente— ¡Me lastimas! ¿qué quieres?

—Tu número y tal vez una disculpa.

—No tengo tiempo para idiotas como tú— lo miro, con odio pero sin embargo su mirada no refleja ningún sentimiento— ¿Ahora puedes soltarme?— mira su mano, de inmediato me suelta cuando se da cuenta de ello. Me doy media vuelta para irme pero de nuevo hace que me detenga.

—Hace frío— me quedo viendolo sin saber que hacer ya que me envuelve con su cálida campera y se va sin dejar que le diga algo.

《¿Por qué fue tan bipolar? Esto no le quita lo idiota que es. ¡Agh! Lo odio》, pienso.

***

—¿Y ahora qué hago? Yo no tengo ese tipo de ropa aquí— estoy apunto de ponerme a llorar. Soy muy dramática, lo sé.

—Sí la tienes— dice, con un tono cansado ya que es la quinta vez que lo vuelve a repetir.

—¡Qué no!— examinó la prenda del idiota. No podrán creer lo grande que me queda, además pesa demaciado para ser solo tela.

—Mira en el clóset, sabia que te ibas a olvidarte así que le pedí a Max que me ayudará— informa.

—Perdón y gracias— digo, apunto de colgar la llamada.

—¡Aria! Cariño sabes que pronto será su aniversario, ¿por qué no te animas y vas a dedicarles algunas palabras?— grita, casi me deja sorda.

—Andie, estoy en la Universidad, de seguro no tendré tiempo— el aniversario, de mis padres es lo único que tengo en mi despistada cabeza.

—Al menos promete que si tienes tiempo irás— suspiro.

—Bien, lo prometo, ¿contenta?— digo, rendida.

—Cuídate mucho, te extrañaré— y como siempre, otro punto para Andie.

—No hables así, o tomaré un vuelo ahora— digo entre risas— Me voy— informó, antes de finalizar por completo con la llamada Este año será uno muy largo, Maldita Universidad. Camino con pereza a mi habitación y miro el clóset con los abrigos y ropa de invierno.