Jimin
Sostuve la botella con leche tibia en los pequeños labios del bebé, mientras la mecía con delicadeza en mi regazo.
Su diminuto cuerpo se sacudía dentro de las mantas mientras ella succionaba la suave punta, sus aterciopeladas cejas apenas visibles apretujadas en un gracioso ceño fruncido.
Todos los bebés estaban dormidos y finalmente pude disfrutar de un poco de silencio. Estaba solo en la gran guardería, sentado con la bebé Ariadna en una gran mecedora de madera cerca a la ventana. Todas las enfermeras estaban en algún lugar en otras secciones, cuidando de los niños mayores o haciendo encargos.
Me había tomado tres semanas llegar aquí. Por 'aquí' me refiero al punto en que la gente había comenzado a confiar en mí lo suficiente como para dejarme solo con la más joven descendencia de Silver Fangs. Además, finalmente estaba comenzando a agarrarle el truco al cuidado de las pequeñas criaturas con todo lo de sus comidas, cambios de pañales y tranquilas demandas. Seguía sin ser un fan, pero al menos no me sacudía violentamente cada vez que necesitaba sostener un bebé por miedo a dejarlo caer o aplastarlo hasta la muerte. Intenté con todas mis fuerzas ser imposiblemente amable con todos aquí para contrarrestar mis deficiencias en los primeros días.
Las últimas tres semanas habían demostrado ser invaluables por dos cosas. Primero, tuve la oportunidad de elegir al robusto y resistente bebé que llevaría conmigo de regreso a mi manada. Y segundo, había ganado suficiente conocimiento para ser capaz de cuidar del niño durante el largo viaje de regreso a Geumjeong-gu y ser su primer guardián.
El tiempo se estaba acabando y tenía que actuar pronto. Había elegido esta noche como el momento perfecto para mi escape e incluso había arreglado que el barquero se reuniese conmigo en el pequeño puerto una hora pasada la medianoche. Sabía que esta noche habría una gran celebración en la cocina principal para todos los guerreros que habían rechazado un ataque particularmente peligroso en los últimos dos días. Podía contar con que todos en Yeongdo-gu perderían la cabeza con el licor esta noche y se dejarían llevar por la celebración, entonces podría escabullirme inadvertidamente. Claro, tendría que participar en la fiesta también, pero iba a permanecer alejado del alcohol y mantener mi cabeza despejada.
Solo había un problema.
Jungkook...
Aún estaba esforzándome por identificar los febriles síntomas que sentía en su presencia. Cuanto más tiempo pasaba a su alrededor más me encontraba a mí mismo deseando esos dispersos momentos en que tomamos nuestro café en el pórtico de la cabaña en la mañana o escuché sus pasos en la crujiente escalera de madera por la noche.
No puedo ni contar el número de veces que me masturbé tan pronto como él salió por la puerta porque estaba demasiado atontado como para hacer algo más. ¿Qué tenía él que me hacía correrme en interminables chorros de caliente esperma después de acariciar mi furiosa erección solo unas pocas veces?
Por supuesto, al principio intenté convencerme que no era él. Era el aire fresco, el nuevo ambiente, el hecho que no había tenido sexo en meses.
Pero cada vez me acomodaba para masturbarme y aliviar la tensión casi constante, todas las usuales fantasías que forzaba en mi cabeza parecían deslucidas y fallaban en alejarme. Por otro lado, incluso un olorcito de la sudada camiseta que tiró en el banco la noche previa me puso todo caliente y necesitado.
Nunca me había sentido así y la intensidad de mis sentimientos estaba asustándome. Esperaba que una vez que dejase Yeongdo-gu podría olvidar todo aquello. Esta noche, me recordé a mí mismo.
Tampoco podía dejar de ser demasiado cuidadoso cerca de Jungkook. En primer día en la guardería, lo escuché por casualidad conversando con la jefe de enfermeras, Lisa, sobre mí y estuvo claro que él no confiaba en mí. Hice mi mejor esfuerzo por tranquilizar sus sospechas desde entonces. Le había cocinado cenas, lavado su ropa, incluso compré algunas flores frescas para embellecer su hogar, todo bajo el pretexto que quería agradecerle por dejarme estrellar con él. Note que con el tiempo, él finalmente había dejado de seguir todos mis movimientos con el rabillo del ojo.
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Bebé accidental (Kookmin) PAUSADA
FanfictionLa manada de Jimin está apunto de desaparecer y la única manera de solucionarlo es robando bebés por ello se infiltra en la manada de Jungkook como niñera a pesar de no saber nada de bebés. Jungkook en cuanto ve a Jimin sabe que este es su compañero...