VI

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Jungkook

Un rayo de sol aterrizó en mi rostro y cosquilleó mi nariz e instintivamente estiré el brazo sobre el lado de la cama de Jimin. Cuando mi mano aterrizó sobre la almohada vacía, me levanté alarmado de inmediato y lo llamé.

Probablemente estaba en el baño. Se levantaba a orinar un montón de veces estos días.

Sin respuesta.

Me apresuré hacia la habitación del frente, llamándolo por su nombre una y otra vez. ¿Estaba sobreactuando? Algo sólido y amargo se atoró en mi garganta y me estaba volviendo más inquieto. Se había convertido en una segunda naturaleza para mí preocuparme por su bienestar, cada vez que no lo tenía a la vista trataba de acabar lo que sea que estuviese haciendo más rápido, así podía regresar a él y asegurarme que estaba bien.

Mis ojos cayeron en el tazón vacío de frutos del bosque que secretamente había puesto para él la noche anterior. Entonces, él los había comido, lo cual quería decir que estaba levantado, pero ¿a dónde había ido?

Si estuviese afuera cerca ya habría respondido. Noté la nota que había garabateado en un pedazo de papel amarillento y vi que él había escrito algo debajo de mis palabras.

Gracias por el desayuno y por la noche anterior. Voy por algo de madera. 

No es justo que tú te encargues de todo aquí. Vuelvo pronto. 

Con amor, Jimin.

Salí con furia de la casa inmediatamente. ¿Qué demonios estaba pensando dirigiéndose solo al bosque? Sin mencionar que él sabía perfectamente que no estaba bien para él levantar nada pesado y que eso se había convertido el algo incluso más crucial debido a que estaba más cerca de la llegada del bebé

Olfateé alrededor y ya estaba considerando cambiar a mi lobo, así tendría una mejor oportunidad de rastrear la dirección en la que él había ido, cuando escuché sus lamentos viniendo desde la colina por donde el pequeño arroyo corría.

—¡Jungkook!¡Jungkook, date prisa!

Corrí hacia él tan rápido como pude y lo encontré recostado sobre el tocón de un árbol, sosteniendo su vientre con una mano, su rostro contorsionado por el dolor.

—¿Jimin?¿Qué ocurrió?¿Estás bien? —Dije sin aliento, tomándolo en mis brazos.

—Creo que está viniendo. El bebé. Es hora, Jungkook, —jadeó. —Oh Dios, ¿qué vamos a hacer? no pensé que sucedería tan pronto. —Él lloriqueó ante otra oleada de dolorosas contracciones.

—Oye, oye, solo respira, ¿está bien? Lo tengo todo resuelto. No pensaste que solo se lo dejaría al destino, ¿no? Tengo un plan. Solo sostente, ¿bien?

Lo levanté con cuidado y me di cuenta que a pesar del avanzado estado de su embarazo, él no pesaba nada en mis brazos. Probablemente se debía al hecho que estaba tan drogado con la súbita adrenalina que no podía sentir nada. Entonces comencé a correr, con cuidado de no saltar y sacudirlo demasiado. Solo podía imaginar cómo se sentía.

A veces me sentí totalmente impotente cuando tuvo dolor durante el embarazo y la única cosa que me quedó por hacer fue expresar simpatía y estar ahí para él. Ahora, sin embargo, finalmente, realmente podía ayudar. Me tocaba a mí llevarlo al pueblo y no le iba a fallar.

— ¿A dónde me estás llevando? No podemos hacer esto solos. No sabes cómo traer al mundo a un bebé y yo...

—Shh, calma solo respira. Conozco un lugar a donde podemos ir. Lo encontré en uno de mis viajes al pueblo. Es una clínica shifter y tenemos suerte que un pequeño pueblo como este tenga una. Ellos se encargarán bien de ti, no te preocupes.

Bebé accidental (Kookmin) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora