VIII

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JUNGKOOK

Saqué la espina de mi pata con mis dientes y aunque la sangre brotaba más fuerte que antes de la herida abierta,no podía parar ahora, no cuando tenía una huella fresca para seguir, así que me mantuve corriendo.

No me había detenido a descansar desde que dejé a Jimin junto al cobertizo y me lancé en la noche para atrapar a los ladrones que habían tomado a Ha-neul. Sabía que ese sería Taehyung. Nos había escuchado conversando el día anterior a que dejásemos Yeongdo-gu y él probablemente habría equiparado mi partida con la peor forma de traición,tanto hacia la manada como hacia él en particular.

No solo había ayudado a un enemigo que se había escabullido entre nosotros a escapar ileso, sino que me había ido con él, proclamándolo mi compañero predestinado frente al hombre que aún me amaba. Taehyung no era mi compañero predestinado y yo no era suyo y, sin embargo, su orgullo alfa había sido gravemente herido. Había elegido un Omega, un enemigo sobre él y él no iba a perdonar y dejarnos estar juntos. Él debía saber que la única cosa que me heriría lo suficiente sería quitarme a mi hija, y con ella, mi felicidad y razón para vivir.

Aunque al principio no había sido capaz de atrapar un olorcillo de algún aroma familiar, al menos conocía la dirección en la que debía correr, así queme dirigí hacía la costa, a Yeongdo-gu, esperando acortar la distancia entre nosotros. Había corrido un día entero, haciendo uso de alguna fuente de energía supernatural que me propulsaba hacia adelante a pesar de mi cansancio.

La puesta del sol se acercaba cuando finalmente reconocí su olor de entre los demás aromas montañosos y rocosos. Definitivamente era él. Taehyung y otro lobo. Aunque no pude encajar exactamente el olor de su compañero con un rostro, era lo suficientemente familiar como para saber que era alguien de los Silver Fangs.

Lo extraño era que por más que forzaba mi nariz, no podía captar el dulce aroma de bebé de Ha-neul. Eso me ponía mucho más nervioso y me forzaba a correr incluso más rápido. ¿Qué le habían hecho para ocultar su olor? ¿Habrían pintado su suave y sensible piel con sangre de animal o la habrían frotado con hierbas y resina de pino? Mi sangre hervía ante la idea y presioné el terreno incluso más duro, ignorando completamente mi sangrante pata.

Cuando el cielo se volvió naranja, luego fucsia, luego lavanda, fui consciente de otro extraño fenómeno. El distintivo olor de Taehyung se estaba volviendo mucho más intenso, mucho más rápido de lo normal. O bien me estaba moviendo más rápido tras ellos, o se habían detenido a descansar, lo cual sería lo esperado con una bebé en sus manos. Sentí como si los fuese a alcanzar en minutos, pero me obligué a detenerme de todos modos. Tenía que pensar en una forma de ocultar mi propio olor a medida que me aproximaba a ellos o perdería cualquier ventaja que pudiese tener. Ellos eran dos después de todo y ambos olían a vigorosos Alfas.

Incluso después de haberme detenido, su olor seguía acercándose hacia mí. ¿Qué demonios estaba pasando? ¿Por qué se estaban moviendo en mi dirección? No tuve tiempo para esconderme. Ellos ya debían haberme olido y regresaban para atacarme. No iba huir, así que planté mis patas en el duro suelo y me agazapé en la alta y seca hierba, esperando. Mi corazón estaba a punto de saltar fuera de mi pecho mientras escuchaba el silencio en la oscuridad hasta que finalmente discerní sus alientos. Estaban tan cerca, solo segundos separaban nuestro choque ahora.

Destellé mis colmillos en un gruñido y mis garras se dispararon preparándose para el ataque. El pelaje de mi espalda se elevó y descendí sobre mis patas traseras, listo para saltar hacia adelante.

Justo cuando la enorme silueta de un animal vino hacia mí a través del aire, me empujé fuera del suelo y salté a su encuentro en medio del aire. Nos enrollamos en una bola, aterrizando y rodando en la hierba, cada uno de nosotros tratando de conseguir estar sobre el otro y hundir sus colmillos en los lugares vulnerables del otro. Un segundo lobo apareció y se unió a la pelea, mordiéndome la nuca, su gorgoteante aliento resonando en mis oídos.

Bebé accidental (Kookmin) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora