Aún no por favor

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— ¡Despiertaaaaa, por el amor de Dios! —dice Tri, moviéndose. Pero no sabe ella que no pude cerrar los ojos en toda la noche, he estado llorando, pensando, recordando cada momento. Con dificultad, me vuelvo hacia ella y por la expresión de sorpresa de mi amiga, creo que mi apariencia no debe estar de las mejores...— ¡Dios! ¿Qué te pasó? Estuviste de fiesta toda la noche.

— No... no. Sólo... estoy cansada —me froto los ojos y bostezo. El bostezo fue pura escenificación, claro, ya que no conseguí dormir toda la noche e increíblemente el sueño ni siquiera me dio cara. Veo a Tri que está desconfiando y empiezo a tirar de la conversación antes de que ella empezara a preguntar algo— ¡¿Además, no fui yo quien festeje toda la noche, verdad?! —digo con una cara divertida y veo que Tri se va olvidando de mi aspecto, probablemente temporalmente, pero por es mejor, y una expresión ansiosa y feliz toma cuenta de su rostro —¡Ya, cuéntame ahora mismo!

— Hmmm..., no sé si debes saberlo, después de todo, ni me esperaste ayer ... —Dice Tri, haciendo un puchero. Suelto una risa y juego con una almohada.

— ¡¡¡DÍMELO!!! Sé que no vas a aguantar.

— Bueno, a ver —dice ella, sonriendo— Fuimos a cenar... adivina dónde.

— ¡Habla pronto mujer! —digo riendo mientras me siento y cruzo las piernas para quedarme de frente a mi amiga.

— ¡Al Palace's!

— ¡Oh Por Dios! Ese restaurante vio... —digo, sonriendo, cuando el recuerdo de la última y única noche mía y de Bruno en ese restaurante viene a mi mente. Pensar en eso ahora es tan... diferente. Automáticamente tengo otra mirada no sólo sobre esa noche, pero todos los otros días que estuve con Mars. Todo ahora parecía tan claro...

— Sí —dice Tri, cortando mis pensamientos— Hablo en serio, sé que ese lugar es chic, ¡Pero no me acordaba de cuánto! Tenías razón, ¡Si el dinero tuviera gusto de comida, seguramente sería el de allí! —Tri y yo reímos ante su comentario.

— Amiga sí, pero ¿Y después? —pregunto, ansiosa.

— Después... lo hicimos en el baño del restaurante.

— ¿Qué HICIERON QUEEEEEEEEEEE? —doy un grito tan alto que Tri se tapa los oídos.

— ¡____________, que eso! ¿Quieres dejarme sorda?

— ¿Y TU QUIERES DEJARME LOCA? ¿QUÉ MERDA ES ESA DE BAÑO DEL RESTAURANTE? —digo, todavía gritando y sorprendida. Tri me mira tímida, pero bien a la voluntad al mismo tiempo.

— No puedo explicarlo, el restaurante ya estaba casi vacío, sólo la parte inferior, que es la del bar, tenía más gente. Durante toda la cena Brian y yo... bueno ... —Astrid me mira, sonrojada— Estábamos provocándonos el uno al otro, con miradas, toques, pies pasando en las piernas...

— QUEEEEE Lo dices en serio... —digo, riendo mucho.

— Eh, ¡Para de reír! —dice Tri haciendo totalmente lo contrario de lo que me pidió, acabando cayendo en la risa también— Pero lo digo en serio, Brian y yo estábamos muy atraídos el uno del otro. Entonces, cuando el restaurante estaba casi vacío, pedí permiso para ir a los servicios...

— ¿Por qué habrá sido? Hmmm... —la interrumpió, sacudiendo. Tri suelta una risa.

— Es qué, estaba en un lugar elegante, tengo que mantener la altura... Pero, en fin, llegando allí, me quedé frente al espejo respirando profundo, tratando de apagar todo ese... fuego —Tri se ríe cuando dice eso— Cuando de repente aparece Brian.

— Pero, ¿qué dices? —digo, arreglando los ojos.

— ¡Pues créelo! Tú sabes que los baños de estos restaurantes son más grandes y más elegantes que nuestra habitación, entonces ya te imaginas... Brian se quedó en la puerta, parado, mirándome, cuando doy un grito de susto al verlo en el reflejo del espejo. Cuando le iba a preguntar qué estaba haciendo allí, él ya estaba besando mi cuello y subiendo mi vestido.

Too good to say GoodbyeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora