¿Mente o corazón?

78 9 8
                                    


BRUNO


No lo creo.

Ella vino.

ELLA ACEPTÓ ESTAR EN LA GIRA.

CONMIGO.

La felicidad es tan grande en mí que no puedo contenerme. Voy conduciendo de vuelta a casa sonriendo como un idiota, apenas percibiendo el pasar del tiempo.

¿Cómo va esto? Tendré a ____________ conmigo, todo el tiempo. En el escenario, en los viajes, en los ensayos.

Es demasiado para mí.

No puedo parar de pensar en ella en cómo estaba linda, con ese vestido modelando tanto su cuerpo, y aquel escote, ¡Por dios, aquel escote!... El camino entero el cuerpo de ______________ invade mi imaginación, y no de una manera inocente.

Llegando a casa, como siempre, Gerónimo me está esperando. Es increíble como ese perro es tan cariñoso, comienzo a jugar con él, riendo y sonriendo, y al abrir la puerta de casa, me llevo un susto.

— Mierda que par ... —comienzo a decir cuando veo a Liza sentada en el sofá, con las piernas cruzadas y mirándome— Pero ... qué ... ¿cómo pudiste entrar aquí?

— Sabes que tengo una clave de reserva de tu casa —dice ella, sonriendo.

— Sí, lo sé, pero ¿qué mierda estás haciendo aquí? —en ese momento Gerónimo va hasta Liza y ella lo acaricia.

— Mira Gerónimo, ve si esa es la forma de tu dueño hablar conmigo ... —dice ella, una voz de niña, mientras lo acaricia. Gerónimo balancea la cola y se frota. Traidor.

— ¡Gerónimo! —digo, autoritario. Rápidamente él se paraliza— para fuera— En el regazo de Liza, él me da una mirada tristona— ¡Ahora! —derrotado sale, con la cabeza baja y cierro la puerta.

— ¡Qué horror! —dice Liza, mirándome incrédula— ¿Esa es la manera de tratar a tu mascota? ¿Estás de mal humor o qué?

— Ni un poco —digo, aliviando la tensión, sonriendo y caminando cerca de ella— ¿Pero ¿qué estás haciendo aquí?

— Es rápido. Sólo quiero darte un recado.

— ¿Estás sentada ahí durante cuánto tiempo?

— Tiempo suficiente para saber que llevaste a ______________ a su casa —freno en seco ¿Cómo sabe? —Y, bueno... —Liza checa el reloj— Tal vez te haya dado unos besitos.

— ¡JA! —Digo, bromeando. Bien que yo quisiera que fuera verdad. Si no fuera porque Astrid nos atraparía...

— Mira Bruno —dice Liza, levantándose del sofá y quedando frente a mí. Ella me mira profundamente— El recado además de ser rápido, es simple y directo: NO VAS A LASTIMAR A _____________ DE NUEVO.

— ¿Qué? —la pregunta salió tan rápido que ni siquiera me di cuenta.

— Lo que escuchaste Bruno. Mira, no sé cuál fue la oferta que lanzaste encima de ella, que la hizo aceptar la invitación para la gira y peor aún, que caiga babeando sobre ti de nuevo —Liza está muy cerca de mí, amenazadora. "Caer babeando sobre mí", ¿en serio?— Pero lo que sea, ella cayó directamente... En fin, yo sólo quiero avisarte: Si las lastimas de nuevo, no seré tan gentil contigo y créeme, soy un amor, pero también puedo ser una pesadilla.

Liza está tan cerca que puedo sentir su respiración. Me siento sin palabras ante su ferocidad y su instinto protector al hablar de ____________. Por sus palabras y por su mirada, ella debe haber cultivado una amistad fuerte e incluso un cierto amor por ____________.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 23, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Too good to say GoodbyeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora