El capullo de mi jefe (TERMINADA)

capítulo 21

Los tres, estuvieron desde el mediodía hasta la noche mirando las cuentas. La gente, los veía por los ventanales con los libritos y concentrados. Aún les faltaba mucho...

- bueno... Seguiremos mañana, por hoy ha sido suficiente - decía Daniel cuando había acabado su librito y lo cerraba dejándolo en la caja de revisados.

Violet también hacía lo mismo mientras que Emily seguía en el suyo mirando cada detalle, no se había dado cuenta de lo que había dicho Daniel. Tanto él como Violet, sonrieron al verla tan concentrada. Daniel, le hizo gesto con la cabeza para que se fuese. La chica con diversión, asintió y salió del despacho sin apenas hacer ruido.

Daniel, se levantó de su silla y rodeó la mesa hasta ponerse detrás de Emily. Posicionó sus manos en los hombros de ella haciendo que volviese a la realidad. Emily, miró a su lado y vió que Violet no estaba - pero que?

- estabas muy concentrada - decía Daniel mientras masajeaba los hombros

- los tres lo estábamos

- tú más - se acercó a ella y besó su nuca - vámonos

- deja que acabe éste

- mañana - insistió

- pero deja que lo acabe...

- no, mañana. No quiero a una zombie como novia

Emily hizo mueca y lo miró con advertencia - eres un capullo - cerró el librito poniendo en la zona abierta un lápiz para saber por dónde iba al día siguiente y se levantó de la silla

- ves? Tienes cara de medio muerta

- y tú tienes boquita de piñón

Daniel estalló en carcajadas - boquita de piñón?

- sip - cogió su bolso y su abrigo del perchero - no querías irte?

- ahora tienes prisa - se cruzó de brazos divertido mientras se apoyaba en la mesa

- si

- porqué?

- tengo ganas de follar

Daniel volvió a estallar en carcajadas - que romántica jajaja

- tira anda - abrió la puerta y lo esperó en ella

Daniel, cogió su chaqueta, su cartera y su móvil - eres muy mal hablada

- mira quién fue ha hablar

- las damas primero - le hizo una reverencia haciéndola reír

- que payaso eres

- aprendí de la mejor

Emily se echó a reír. Cogieron el ascensor y salieron en tres minutos al vestíbulo. Al no haber trabajadores a esas horas, los ascensores iban más rápidos.

En el coche, Emily soltaba aire despacio - que te pasa? - preguntaba él con el ceño fruncido

- estaba pensando en las cuentas

- deja eso para mañana

- lo sé pero... - hizo pausa - hemos revisado muchos y todos parecen cuadrar

- tiene que haber algún fallo en los restantes. Seguiremos mañana, no te comas la cabeza

- tengo una duda

- tú dirás

- si encontramos el fallo... Luego que?

- averiguar quién lo cometió