capítulo 25

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Maratón 2/4

Tal y como dijo Daniel, se fueron al lugar escogido por el mismo. Era la feria. Habían atracciones de todo tipo y subieron a todas. Subieron a la montaña rusa, al martillo, al tren de la bruja... Emily realmente se divertía. Daniel, compró algodón de azúcar y se pusieron a jugar a una de las tiendas de rifles

- sabías usarlos no? - preguntó él

- si, mi padre me enseñó

- bien. Dale

- en serio?

- si, haber de qué estás echa - se cruzó de brazos divertido

Emily, cogió el rifle y apuntó a los pequeños palillos. Cogió aire, como le enseñó su padre de pequeña. Lo soltó lentamente y disparó. Los palillos iban rompiéndose por la mitad. En total, habían cincuenta y todos fueron rotos ante la mirada de él y del dependiente

- la virgen - dijo el hombre con los ojos como platos. La miró impresionado

- recuérdame no hacerte enfadar nunca y menos tener un arma en la casa - le dijo Daniel a Emily, la cual, se echó a reír a carcajadas

- mi padre fue muy exigente con esto

- ya lo veo - miró ahora al hombre - y que a ganado?

- pu...puede escoger entre éstos artículos. La plancha, los ositos o los llaveros - los señaló. Eran lo más pequeño y barato de la tiendecita

- ya veo...y si rompe otros cincuenta?

El hombre parpadeó repetidamente...

Minutos después, Emily iba con uno de los osos más grandes entre sus brazos. No solo había partido otros cincuenta, sino otros cien más. Ya que Daniel, pidió dos tandas más para poder escoger los premios gordos

- has hundido al pobre hombre - decía ella entre risas

- yo? Eres tú la que se a cargado los palillos

- pero tú eras el del dinero

- ha válido la pena. Tienes hambre? - la atrajo hacia él y la llevó a una paradita en donde vendían patatas fritas

- tendré que decir que si, ya que tú lo tienes

- si - agrandó la sonrisa enseñando los dientes - dos de patatas fritas - le dijo a la mujer del puesto

- ketchup y mostaza? - preguntó

- si, y tú? - le preguntaba Daniel a Emily

- si...y si hay picante también

Daniel se sorprendió - pues de todo para la señorita

La mujer sonrió y puso en dos platitos de plástico las patatas fritas y las salsas por encima. Daniel pagó y se fueron a sentar a una de las mesas del alrededor del puesto de fritos

- puedo hacerte una pregunta? - Emily se mordió el labio con nerviosismo

- sí claro - Daniel prestó atención

El capullo de mi jefe (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora