Capítulo 12

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Apenas salió el sol; Jafet, Alex y yo, ya andábamos esperábamos en el pasillo a que Eduardo llegara a su oficina. No nos costó mucho trabajo que el guardia de seguridad nos dejara entrar, simplemente tuvimos que mentirle diciendo que el presidente nos había pedido estar allí presentes para cuando el llegara.

Alex se veía animado por una nueva aventura, Jafet mantenía una posición seria y yo apenas podía mantenerme de pie sin caer al suelo. Sucede que luego de nuestra reunión nocturna, estaba tan emocionado por el viaje que emprenderíamos, que no había logrado conciliar el sueño. Llevaba casi veinticuatro horas despierto, y aunque me sentía bien emocionalmente, físicamente me estaba muriendo. La luz del sol que entraba por las ventanas, así como las lámparas y focos de la Soledad, me quemaban los ojos. Mi cuerpo pesaba mucho para mis piernas, mi cabeza era un caos y apenas podía dar instrucciones al resto de mi cuerpo. Ya sentía una poderosa migraña en camino.

- Te ves terrible, viejo –admitió Alex-. Pareces un adicto a la heroína en rehabilitación. Algo así como Lindsay Lohan

- También te quiero.

- ¿Lindsay estará viva?

- Cállense los dos, ahí viene.

Miramos por el corredor y vimos a Eduardo caminar luciendo un suéter de rombos que no le había visto antes. Traía un café en su mano derecha mientras que la izquierda cargaba con un portafolios marrón. Parecía cansado, aunque no tanto como yo, y al vernos, soltó un suspiro antes de poner los ojos en blanco.

- ¿No es muy temprano para que vengan a molestarme? –nos dijo sin mirarnos mientras abría la puerta de su oficina y se metía dentro-.

Sin esperar invitación nos metimos detrás de él.

- Es para que no pueda extrañarnos –soltó Alex.

- Al grano, ¿Qué quieren? ¿Es sobre Cranston? –dejó su portafolios sobre su escritorio y tomó asiento- Porque si es sobre Cranston...ya tengo suficiente con Anderson pateándome las pelotas...

- ¿Le pateó las pelotas? –preguntó Alex confundido.

- Y ahora ustedes también –se quejó Ed.

- Tenemos una propuesta para usted –le planteó Jafet- La Soledad está pasando por un momento difícil...

- Correcto.

- Usted está en campaña y las elecciones están a la vuelta de la esquina...

- Así es.

- Cranston nos quiere muertos a nosotros y si descubre que nos oculta, que probablemente ya lo sepa, los matará a todos. Pero si nos entregamos, igual moriremos todos.

- Eso me temo.

- ¿Podemos ir a Las Vegas? –apresuré.

Vi como Jafet apretaba el puño enfadado por mi impaciencia.

- ¿A Las Vegas? ¿Nevada? –soltó Ed ofendido-. ¿Qué se fumaron?

"Creo que la cagué" pensé.

- Y tú, no me respondas la última pregunta –Ed señaló a Jafet.

- Descubrimos una pista sobre nuestros padres –explicó Alex.

Ed soltó un suspiro, se acomodó en su silla y susurró algo para sí.

- Chicos, temo ser yo quien les diga esto, pero...ya es momento de dejarlo. Es el maldito Apocalipsis, los ángeles ya cantaron y los jinetes están allá afuera cortando cabezas. Las probabilidades de que encuentren a sus padres, son aún menores a que sigan con vida...

Pandemia Parte IIWhere stories live. Discover now