Capítulo 1

50 1 0
                                    

-Ahora puedes ir-. Sonrío- corre antes que tu padre se entere. Ah, se me olvidaba.- me entregó una capa negra que cubría todo mi rostro-. No te la quites. Acuérdate que los humanos no te podrán ver, ni tocar. Acuérdate que no debes tocarlos. Porque si los tocas contaminaran tú alma. No puedes ingerir alcohol a menos que sea vino, y no para embriagarte porque pecarías.

-si, si. Ya se-. Lo abracé rápidamente luego antes de cruzar el camino prohibido susurre un gracias para que leyera mis labios-. El asintió y se despidió con la mano antes de perderlo de vista.

El camino se extendía hasta cruzar un gran rió negro y de este salía una putrefacción insoportable.-<<Cálmate, tranquila. Aún tengo que averiguar que me está llamado en la tierra. Puedo soportar mucho mas que esto>> .-Pensé.

Escuché unos pasos detrás de mi... -oye, hacia donde te diriges?-. Pregunto un guardia tomándome del hombro.

-Suspire pesadamente-. No pensé que idiotas como tu se encontraran por aquí y mucho menos que se atreverían a tocarme-. Me giré para verle la cara al guardia.

-Me golpeo directo en el estómago haciéndome caer al piso lleno de fango-. No sabes respetar cría, voy a tener que enseñarte-. Dijo llevándo la mano hacía su cinturón en donde se depositaba un largo látigo.

-reí-. no creo que quieres hacer eso. Primero te enseñó yo a aprender a respetar a tu superior-. Me levanté sacudiendo la capa para quitar el fango que se había pegado en ella.

-Estas deliberando o que? Niñita. Veo que no te han reprendido bien.- sacó el látigo haciéndolo sonar en el vacío del viento.

-Oye, quien te autorizó para referirte a mi de esa forma. Veo que no sabes con quien estas hablando-. Baje la capa dejando ver mi rostro.

-se arrodilló bajando la mirada-. Disculpe señorita, lo siento. No sabía que era usted.

-di una carcajada al cual el guardia se sorprendió-. No importa.

-De verdad señorita?, gracias-. Se colocó en sus pies alegremente

-Claro, como voy a perdonar a alguien muerto?.- le di una patada en las pantorrillas para que volviera a quedar de rodillas, rápidamente saque una pequeña daga de mi bota y me coloque en su espalda y le amenazé con la daga en el cuello.

- dio una carcajada al ver aquella armar cubierta con azufre.

-De que te ries? No ves que estas a punto de morir?.- pregunté

-aunque tu padre te haya traído con nosotros nunca serás una de los nuestros.

-De que hablas?-. Retiré la daga y golpee su cara contra el fango.

-escupió-. Estas maldita!-. Fueron las últimas palabras que soltaron sus labios antes de que utilizara la daga para desgarrar su garganta.

- eso no es cierto.- me arrodille para limpiar mi daga con su ropa y la volví a poner en su lugar a donde no se notaba, en mi bota.- para ser un angel sabías mentir bien.

Me levanté agarrando las piernas del guardia traté de arrastrarlo pero era demasiado pesado. Agite levemente mi mano para manejar la fuerza del viento. Mientras agitaba mi mano es circulos el viento formo un circulo y levanto el cadáver del suelo mientras lo llevaba conmigo.

-<<ahora si esta mejor>>- Pensé.

Seguí con mi camino alrededor de aquel río misterioso del que se escuchaban rumores de que hubo un angel que salió del cielo por allí y jamás volvío.

Di una serie de silbidos de notas graves y agudas sin ninguna armonía. De pronto en el ambiente se sentía un pesadez haciendo espesar la neblina y comenzaba a ser costoso respirar.

&quot;lost in the paradise&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora